El Monday Night RAW previo a WrestleManiafue demasiado débil. Hasta ahora, quienes más legítimamente han vendido su rivalidad han sido John Cena y Rusev, pues sin necesidad de tanto parloteo han emocionado al público dándose golpizas y aplicándose sus llaves de rendición hasta dejarse casi inconscientes. Rusev ha crecido como un legítimo tipo duro, mientras que Cena… Por algo ha llevado a la compañía sobre sus hombros durante más de una década. Y por las caras de furia que ahora hace, en verdad se espera un choque de monstruos.
La lucha Undertaker vs. Bray Wyatt se ha promocionado en base a soliloquios de Wyatt y mucha pirotecnia, pero semana con semana han empeorado, pues realmente no hay una historia que contar.
La lucha por el Campeonato Intercontinental WWE se ve bien… ¿Pero qué es lo que hace Stardust en ella? Podría ser la mejor lucha del evento, pero no lo será por culpa de Stardust.
En cuanto a la contienda estelar, Paul Heyman vs… Perdón, Brock Lesnar vs. Roman Reigns, ha logrado ser interesante SÓLO por los promos de Heyman, y el de esta semana fue igualmente bueno. Sin embargo, todo se fue por el retrete con el final en el que Lesnar y Reigns se jalonean el cinturón como dos niños de cinco años.
«¡Mamá! ¡Brock no me quiere dar el cinturón!»
Hubiera sido mejor que únicamente saliera Heyman. Digo, esta sección podría llamarse “Paul Heyman Semanal”, pero como Lesnar y Reigns echaron a perder el trabajo de Heyman, nuestro RAW Esencial será sobre Sting arrancando el show, en algo que puede ser más malo que bueno, pues por meses Sting no había hablado, y cuando lo hizo, sonó a Místico diciendo “Antes que nada… ¡Buenas noches, Arena México!”
Afortunadamente para WWE, este desastroso camino a WrestleMania ha terminado.
STING — ¡Entonces así se siente arrancar Monday Night RAW! ¡Wooo! He sido conocido como el soldado de WCW. En los pasados catorce años he visto a Triple H ascender por la escalera de WWE a base de puñaladas en la espalda, manipulando, socavando. Cualquier cosa que tenga que hacer para llegar a la cima, la hace. Supongo que cree ser imparable, como si no tuviera que enfrentarse a las consecuencias. Y sí, puede ser que yo sea el último soldado de pie en una guerra olvidada, pero no estoy aquí para pelear por WCW; eso sería ridículo a estas alturas. Estoy aquí por una razón específica: ¡Estoy aquí para derrocar a Triple H!
(Suena la música de Stephanie McMahon, quien llega hasta el cuadrilátero).
STEPHANIE — ¡Entonces así se siente estar en el ring con el Stinger! El último resquicio de WCW. Felicitaciones, Sting. Ahora sabes lo que es llegar a las grandes ligas. Aquí estás, en medio de un ring de WWE, arrancando RAW con tu servidora, Stephanie McMahon. Digiérelo bien, Sting. Respira profundo…
— Oh, claro. Eres esa pequeña niña mimada a la que le han dado todo en su vida, y de alguna manera cree que se lo ha ganado. Pero, hey. Es bueno conocerte finalmente, Steph.
— Pues tengo que decir…
(Stephanie intenta darle una bofetada a Sting, pero éste le detiene la mano y la sostiene con fuerza. De pronto, suena la música de Triple H, quien llega enfadado, quitándose la corbata. Stephanie baja del ring y saca el mazo, dándoselo a su esposo, pero Sting saca de su gabardina el bat).
STEPHANIE — ¡No le des lo que quiere! ¡Ahórralo para WrestleMania!
