La pelea entre Shawn Porter y Adrien Broner evidenció algo que por demás es visible: Broner debería gastar más energía en repasar su estrategia de pelea y no en habladurías y fiestas. Nadie le niega el derecho a divertirse o de «vender la pelea». Pero de eso a que de repente la plana entera se la lleven sus declaraciones y no su actuación es señal de alarma: en algún punto se está desenfocando de su cometido, que es boxear.
Porter no es de los que se engancha con las declaraciones por provocativas que sean, menos con las faltas de educación que le puedan mostrar. Su estrategia es simple, sube al ring y boxea.
Eso hizo contra Broner. Un par de ocasiones en la primera mitad de la pelea estuvo a punto de enviar a la lona a Broner. Pero si Adrien aprendió algo de la pelea que sostuvo en diciembre de 2013 contra Maidana fue a evadir los golpes a costa de lo que sea. La bravata de un intercambio con un oponente de pegada potente no le iba a dar buenos resultados.
Así que ante la presión de Porter, Broner recurrió al enganche.
Porter es inteligente y aunque hubo ocasiones en que le fue imposible salir de las llaves al brazo que le aplicó Broner, pudo conectar de poder en el rostro de Adrien, para contabilizar puntos y demostrar que sus golpes pueden hacer daño. Broner tiene aguante, pero en cuanto sentía los puños de Porter salía por piernas o enganchaba. Por momentos Porter se desequilibraba por eso, pero de inmediato retomaba el ritmo para no soltar a Broner.
Adrien tuvo buenos golpes, aunque ninguno sobre el cual pudiera ponerse especial cuidado porque si bien conectaba sólido, le hizo falta presión y volumen de golpeo para poder hacer mella en la resistencia de Shawn.
De tal modo que cuando llegó el final de la pelea, el boxeo de Porter se impuso aunque no sin brindar el toque dramático de las peleas que iniciaron con dramatismo, se fue a la lona por un voladito en la punta de la barbilla, que si no fue extremadamente fuerte como para dejarlo tendido, sí estuvo bien colocado para hacerlo caer.
Sin embargo, un punto menos no fue suficiente como para acercar siquiera Broner, quien sumó la segunda derrota de su carrera en manos de Shawn Porter.