Durante los últimos años, la vida de las Superestrellas WWE, y particularmente su vida amorosa, se ha convertido en parte del espectáculo. Brie Bella y Daniel Bryan, Naomi y Jimmy Uso, Lana y Rusev, además de Natalya y Tyson Kidd se casaron ante las cámaras de Total Divas, mientras que se espera una propuesta matrimonial de John Cena a Nikki Bella para WrestleMania. A pesar de esto, Sasha Banks decidió mantener su boda en secreto.
A principios de agosto de 2016 se supo que The Boss, quien en ese entonces era Campeona Raw, había contraído nupcias con Sarath Ton, conocido también como Mikaze, luchador retirado y actual costurero de WWE. Sólo una fotografía logró hacerse pública y la ceremonia no recibió el cubrimiento mediático que otras tuvieron. Poco después se supo que Konnor, de The Ascension, la había oficiado, y el tema quedó guardado.
De hecho, Banks nunca había reconocido abiertamente su estatus de casada hasta hace unos días, cuando fue entrevistada en el podcast de Lilian García. Allí no sólo habló de su boda, sino que explicó el motivo por el que la mantuvo en secreto.
Te lo diré, eres la primera ante quien lo admito. Estoy casada. Sólo lo escondo porque a veces nuestros fanáticos están muy locos ¿sabes?
Sasha señaló que su esposo siempre quiso hacer pública su boda, pero ella no estaba segura de la reacción que tendrían sus seguidores:
Los aficionados están muy locos. Veo lo que le escriben en twitter y eso no me gusta. Dicen que es feo, o que no debería estar conmigo por esto o aquello. Eso duele. […]
Él es una persona maravillosa. […] La lucha libre es mi vida pero si no lo hubiera tenido a él apoyándome con NXT, FCW y todo lo que pasó con mi hermano, no lo hubiera logrado.
Lilian García mostró su apoyo a la relación y aconsejó a Sasha que no se condujera pensando en las reacciones que fuera a recibir de los aficionados, pues su esposo es una gran persona.
Continuando con su actitud discreta, Banks y Mikaze no se manifestaron al respecto en redes sociales. En una época donde los medios interfieren cada vez más en la vida personal de las celebridades, quizá sea la postura más prudente.