A pesar de tener una carrera digna del Salón de la Fama de WWE, Michelle McCool estuvo plagada de críticas entre bastidores por sus citas con The Undertaker. Michelle McCool se ha covirtió en una de las principales Superestrellas de la lucha libre femenil de la Era de las Divas y a lo largo de su carrera se convirtió en la primera Campeona de Divas, fue dos veces Campeona Femenil WWE y fue capaz de tener algunas de las luchas más increíbles que se recuerden, todo dentro de las restricciones a las que se enfrentaban las Superestrellas femeninas de la época.
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► La gran olvidada de su época
Durante su estancia en WWE, Michelle McCool comenzó una relación con la leyenda de WWE Mark Calloway, alias The Undertaker. Esta inocente unión fue el inicio de la caída de McCool en la compañía y fue la causa de un gran odio en el backstage con otros luchadores de la época.
McCool logró grandes cosas en la compañía de los McMahon ya que, además de ser varias veces campeona, forjó una icónica asociación con Layla para convertirse en Lay-Cool. Según The Undertaker, McCool solía tener combates que se consideraban «demasiado buenos» y era reprendida por ello. En declaraciones al Dallas Morning News, Undertaker dijo:
«Trabajaba en una época en la que las mujeres no tenían las mismas oportunidades que ahora, y luchó mucho para que las mujeres recibieran más atención. De hecho, una vez fue reprendida por tener una lucha demasiado buena con Melina. Esa es una historia real. Pero por su ética de trabajo y por lo que hizo en un periodo de tiempo en el que no se les dieron muchas oportunidades, creo que se merece un reconocimiento«.
Sin embargo, del logro de McCool, Michelle ha dicho que le cuesta recordar esos momentos debido al odio que notaba que todos le tenían dentro del vestuario. En el podcast Chasing Glory de Lillian García, McCool dijo:
«Soy la peor recordando esas cosas. Fue una época en la que el negocio era muy estresante y no tan liviano como ahora. Luchábamos y nos abríamos paso en las pantallas de televisión y no estaba bien salir con los chicos. Así que tuve que luchar contra el odio de estar con Mark [Callaway] y que la gente pensara que sólo estaba en la televisión por él. Era difícil disfrutar de esos momentos debido al estrés y a lo que parecía que estaba ocurriendo el 100% del tiempo.»
Hablando de ese odio entre bastidores, según reportó WrestlingInc en 2008:
«En el vestuario de las Divas de SmackDown, hay un poco de resentimiento de algunas de las damas hacia la actual Campeona de las Divas Michelle McCool. Sea cierto o no, la sensación es que McCool tiene cierto poder como Superestrella de la división femenil de SmackDown y que da la impresión de ser la líder veterana a pesar de que realmente no tiene mucha experiencia en el negocio de la lucha libre. Este era el caso antes de que McCool ganara el Campeonato de Divas de WWE en The Great American Bash, ya que el cinturón no tiene nada que ver con el resentimiento. Hace unas semanas, Natalya Neidhart estaba supuestamente enfadada con McCool debido a un incidente entre bastidores en el que ambas se vieron envueltas y en el que McCool trató de enseñarle cómo bloquear correctamente y cómo trabajar al ‘estilo WWE’, que consiste más en contar una historia en el ring que en hacer movimientos al azar.
«Además, dado que McCool mantiene una relación en la vida real con Undertaker, parece que parte del resentimiento y los celos hacia ella se deben a eso. En otras palabras, cuando una Diva está saliendo con un luchador y luego recibe un ‘push’, obviamente va a dar que hablar.»
► ¿Abandonó WWE por ese odio?
McCool incluso reveló que el odio en el backstage fue la principal razón por la que dejó WWE en 2011. En el programa Chasing Glory, McCool dijo:
«Fue duro sólo por el hecho de dejarlo, porque llegó un punto en el que estaba lidiando con muchas cosas, sobre todo ser la novia de Undertaker y porque estaba en la televisión e incluso tenía un creativo que lanzó los papeles un día y dijo ‘¿Por qué no lo llamamos el show de Michelle McCool y Undertaker? Era un no parar y fui a ver a Vince en numerosas ocasiones y, bendito sea, se portó de maravilla, pero le dije: ‘Vince, no quiero odiar algo que crecí amando tanto y cuanto más tiempo me quede, peor sabor de boca tendré. Así que tomar la decisión de irme fue tan duro… pero más que querer estar en WWE o ser una campeona siempre he querido ser una madre«.