Este sábado, 28 de enero, se llevará a cabo el primer gran show de la programación habitual de WWE, y NXT tiene el honor de ser la marca protagonista. TakeOver: San Antonio continuará la cronología de especiales tras TakeOver: Toronto, sirviendo de «aperitivo» para Royal Rumble (2017), tal vez la edición más importante de la historia de su serie.
La consideración de preámbulo ha quedado algo desfasada a día de hoy, pues el último año la marca amarilla demostró que sus TakeOver estuvieron bastante por encima, en muchos casos, de los habituales PPVs de los elencos principales; caso del celebrado en Dallas, que venció por goleada a WrestleMania 32. ¿Continuará la tendencia con el primer test del 2017? Algunos síntomas indican que no, y a continuación, expongo algunas de las razones que harán que RR (2017) se lleve el gato al agua esta vez:
– La Batalla Real. The Undertaker, Chris Jericho, Golberg, Brock Lesnar, Randy Orton… Sólo echar un vistazo al póster promocional ya abruma, pues parece diseñado por un fanático. Hace años que una nómina de participantes no era capaz de vender un PPV por sí solo, y así parece que ocurrirá. WWE seguro echará el resto, y si alguna sorpresa como Kurt Angle o Samoa Joe se suma a la fiesta, podríamos considerarla una de los mejores batallas de la historia. Añadamos el plus de tener a 60 mil personas (si todo sale según las previsiones) llenando el Alamodome. ¿Quién puede competir con ella?
– Shinsuke Nakamura y Asuka ya no tienen competencia. Los dos nipones han llegado a un punto de excelencia tal dentro de NXT, que ningún oponente de dicho elenco se antoja creíble. Y lo siento por Bobby Roode, pero bajo mi punto de vista, se le ha endiosado desde que debutara en agosto, más allá de su buen hacer con el público y su «glorioso» tema de entrada. Tras Joe, escogerlo como rival de Nakamura es bajar un peldaño. Esperemos que el sábado por fin demuestre algo sobre el ring. Por otra parte, Asuka se verá las caras con 3 luchadoras, a excepción de Nikki Cross, muy inferiores técnicamente. ¿Dónde está Ember Moon? El panorama femenil de la marca amarilla se encuentra, sin duda, en horas bajas.
– Tercer clásico a la vista. Si considero que la lucha por el título masculino de NXT siembra algunas dudas, todo lo contrario puedo decir de la que pondrá en juego el Campeonato Mundial WWE el domingo. AJ Styles y John Cena tal vez no consigan superar la excelencia de su último choque en SummerSlam (2016), pero cuentan con el factor de dicha correa, y los seguidores saben que un cambio de manos esbozaría uno de los principales encuentros de WrestleMania 33. Por tanto, la expectación está asegurada, pese a que Cena no se verá las caras con Taker.
– La consagración de «The Four Horsewomen». El punto anterior es extrapolable al plano femenil de NXT y Raw. Por fin concluido el largo ángulo con Sasha, Charlotte promete mantener una gran rivalidad con la técnica top, Bayley, quizá hasta «La Vitrina de los Inmortales». Y no sólo se trata de ruda vs. técnica, sino que la calidad luchística está asegurada, consolidando un poco más la Revolución Femenil de WWE. Esta constituye la última disputa que nos quedaba por ver bajo los elencos principales entre «The Four Horsewomen».
En definitiva, los puntos clave de TakeOver: San Antonio se ven superados por los de RR (2017), y por primera vez, diría que empieza a pasar a factura el trasvase de talento a los grandes focos. De hecho, Samoa Joe podría ser el siguiente si entra en la Batalla Real. Tye Dillinger vs. Eric Young y Roderick Strong vs. Cien Almas darán la cara en la parte media del cartel, así como #DIY vs. Authors of Pain, por lo que pese a todo, el inmimente especial de NXT satisfará a los seguidores.