La celebración de Paddy Pimblett por su victoria en UFC 282 se vio interrumpida por la reacción de los fanáticos y los medios.
En el backstage de T-Mobile, Pimblett no tuvo mucho tiempo para disfrutar de su decisión unánime sobre Jared Gordon antes de que los reporteros le dijeran que la palabra «robo» se usaba para describir el resultado.
“Estoy un poco molesto después de que la gente dijera que pensaban que había perdido. Estoy bastante molesto, para ser honesto. Pero tengo marca de 4-0 en el UFC: los que odian van a odiar, tienes que seguir adelante”
Pimblett ingresó al estadio de Las Vegas como la estrella emergente del evento, recibió una pelea reservada para el estatus de cabeza de cartel y fue vitoreado por miles de asistentes, muchos de ellos con pelucas de Pimblett.
Ante el anuncio de tres puntajes de 29-28 para Pimblett, la audiencia estalló, aunque se escucharon algunos abucheos. Cualquiera que sea la división a favor y en contra de él, la decisión unánime fue el hecho ineludible para la estrella del Reino Unido.
“No es como si pensara que fue una victoria por decisión dividida. Pero seré honesto, pensé que gané los dos primeros, y eliminé el tercer round. Es mi estúpida culpa: nunca debes tomar un round pensando que estás dos rounds arriba. No hace falta decir nada.«
Pimblett pasó la mayor parte del tercer cuadro pegado a la jaula, luchando por una posición e intercambiando ataques menores con Gordon, quien repetidamente lo golpeó con golpes en los primeros dos asaltos. La lección para Pimblett fue clara en retrospectiva: nunca confíe en la interpretación de los jueces de la acción.
Al mismo tiempo, la propia interpretación de Pimblett de lo sucedido no dejaba lugar a ninguna otra conclusión.
“Hoy en día, las peleas se califican según el daño, y tengo un labio cortado, eso es todo. Hice más daño en cada round. Su rostro está golpeado. Tiene la nariz rota. Tenía un pequeño corte en la cabeza, tenía daños alrededor de los ojos”.