One Night Stand el epílogo de la ECW, a trece años de distancia

¿Qué significo la ECW para la historia de la lucha libre global?

¿Una empresa independiente y muy pequeña de Philadelphia de verdad impulsó un cambio tan fuerte en la lucha libre a nivel global?

Las dos interrogantes anteriores dan para un debate trascendental entre múltiples voces de gente del medio. Desde los detractores del estilo violento que se implementó en el salón de bingo convertido en la catedral independiente del sur de Philadelphia, la ECW Arena, hasta los más grandes proselitistas de la lucha al estilo Paul Heyman tendrán algo que decir sobre este tema.

La ECW Arena. El campo donde se construyeron muchos sueños.

Es un hecho que tanto WWE (en ese entonces WWF) y WCW, si bien no la consideraron una gran competencia, si hicieron todo lo posible por aprovechar el éxito que la ECW había conseguido en el incipiente internet de mediados de los noventas, y trataron de firmar a toda costa a las máximas estrellas de la empresa independiente. Ese y otros factores mercadológicos llevaron a la ECW a la bancarrota sin que tuviera un final digno de contarse.

Tanto Heyman como la mayoría de sus luchadores consiguieron acomodo en la empresa de Vince McMahon, quién se quedó también con los derechos de la WCW por esos tiempos, quedándose de paso, sin competencia.

La nostalgia de lo que no vimos

Los años pasaron, el internet avanzó y con ello una especie de nostalgia por algo que pocos pudieron ver en su momento surgió. Los gritos de «ECW, ECW, ECW» comenzaron a abanderar a los luchadores «originales» de esa empresa. De la misma forma que los encuentros que implicaban violencia eran catalogados bajo las mismas tres siglas.

Cartel Vince Fears ECW en TNA HardCORE Justice - Sostenido por un fanatico
Cartel Vince Fears ECW en TNA HardCORE Justice – Sostenido por un fanatico

Varios de los baluartes de la empresa de Philadelphia comenzaron con la idea de hacer una función para redimir, recordar y agradecer a toda la afición de la empresa extrema los buenos tiempos vividos. Rob Van Dam fue el primero en acercarse a Vince McMahon con la idea.

Lo que en un principio debió de haber considerado un disparate por McMahon, comenzó a tener sentido cuando en 2004 WWE lanzó el dvd The Rise and the Fall of ECW, el cual fue uno de los más vendidos en ese año. Así que para 2005 se decidió hacer un PPV paralelo a lo que Smackdown y Raw venían haciendo, donde sus historias no tendrían sentido y todo cobraría vida en razón a lo que en ECW dejó años atrás. La fecha pactada fue el 12 de junio de ese año. Hace exactamente trece años.

Los «Originals» calientan motores

Las tropas extremas sí se hicieron presentes durante los programas habituales de la WWE para vender el PPV, y de hecho varios de los mejores discursos de Paul Heyman defendiendo lo que significó la empresa se vivieron en ese tiempo al encarar al «archienemigo» de los extremos, Eric Bischoff (Gerente General de Raw en esos tiempos).

Aunque se trató de rentar la ECW Arena, WWE no pudo, pues sabiendo las intenciones de la multinacional, Shane Douglas, que no terminó en buenos términos con McMahon, rentó el inmueble para hacer otra función alterna de un reencuentro de ECW con puros luchadores independientes (Hardcore Homecoming se llamó el evento, estelarizado por el propio Douglas quien se enfrentó a Terry Funk y Sabú en una revancha de su duelo clásico donde las cuerdas fueron sustituidas por alambre de puas). Aunque el evento independiente fue bueno, estuvo marcado por la ausencia de las principales estrellas de la empresa, las cuales estaban bajo contrato en WWE.

Así que el 12 de junio, en la segunda sede oficial de ECW, el Hammerstein Ballroom de la ciudad de New York, se llevó a cabo la reunión «oficial» de los extremos bajo el nombre de: «ECW One Night Stand». Vendido en su totalidad el boletaje, la afición hizo el ambiente muy intenso desde antes de que comenzara la función. Durante los días previos se manejaron muchos rumores de posibles sorpresas, muchas de las cuales sí se concretaron.

Sólo por una noche

La eterna voz de ECW, el tremendo Joey Styles fue el encargado de dar la bienvenida a los fans y recordarles que ése evento no tendría nada que ver con el resto de la WWE. Que hoy todos se sumergirían al terreno extremo de la Extreme Championship Wrestling. Mick Foley, para ese entonces semi retirado, fungió como comentarista de color y junto a Styles llevaron la narración del evento. Tanto réferis como anunciadores originales de la empresa también fueron convocados para que todo fuera lleno de nostalgia.

1)  Chris «Lionheart» Jericho vs. Lance Storm (con los Impact Players)

La lucha que abrió las acciones fue la de dos viejos conocidos canadienses: Jericho y Storm. Jericho, quien fue presentado con su antiguo mote de Corazón de León enfrentó a su amigo Storm, pero éste tuvo en su esquina al resto de la facción con quién más éxitos obtuvo en la marca extrema, los Impact Players: Justin Credible, Jason y Dawn Marie, quienes le ayudaron a obtener la victoria.

Jericho y Storm 

2) Little Guido (con el FBI) vs. Taijiri (con Mikey Whipwreck y Minister Sinister) vs. Súper Crazy

Un dinámico duelo entre tres pesos cruceros tuvo una revancha muchos años después. El Loco de Tulancingo regresaba a los grandes escenarios estadounidenses para demostrar su talento e imponerse a dos de sus más grandes rivales en la historia de la marca extrema.

3) Mexican Death Match: Rey Misterio Jr. vs. Psicosis

Otra revancha de una rivalidad que surgió en Triple A, pero que tuvo continuidad en ECW, NJPW, WCW y varias empresas más. El súper niño de Tijuana lograba imponer una vez más su supremacía ante Psicosis.

Después del anterior encuentro apareció Rob Van Dam junto a Phil Alfonso para agradecer a la afición todo el apoyo para la creación del evento. Con muletas el famoso gladiador también se disculpó por no poder luchar esa noche. Sin embargo, en un acto fuera de programa apareció el último monarca de la empresa, Rhyno. Después de aplicar su mortal Gore al desvalido Van Dam se apagaron las luces y de la nada sonó la música árabe que identifica al suicida, homicida y genocida, Sabú. Y de la nada se pactó la siguiente lucha:

4) Sabú vs. Rhyno

Al mero estilo de Sabú la lucha fue breve pero sustanciosa, dejando un sabor de boca por demás agradable entre los aficionados.

Durante el intermedio aparecieron en las instalaciones del Hammerstein parte del elenco de Raw, comandada por Bischoff, dónde se unieron a parte del elenco de Smackdown, que ya estaba en un palco para ellos.

5) Chris Benoit vs. Eddie Guerrero

Poco más de un año, ambos gladiadores eran los máximos monarcas en la WWE. Para ese 2005 los dos pasaban un bache en su carrera. Sin embargo, el puro hecho de enfrentarse una vez más entre ellos dio un poema luchístico. El que después fuera conocido como el innombrable se llevó el triunfo.

6) Mike Awesome vs. Masato Tanaka

Otra lucha que fue un clásico en ECW se repetía en el ONS. Una verdadera masacre fue la que dieron estos dos monstruos sagrados del costalazo. Llena de mesas y lances increíbles para las moles humanas que chocaban dejó a todos asombrados. Awesome terminó como el ganador, mandando un saludo de un sólo dedo a todos los del palco.

Llegaba el turno de Paul Heyman, quién después de recibir una ovación cerrada por parte de los aficionados, les agradeció. Ya se iba, sin embargo no pudo evitar regresar a dirigirles unas cuantas palabras a los asistentes de Raw y Smackdown, las cuales fueron muy bien recibidas por los aficionados.

7) The Dudley Boys vs. Tommy Dreamer y The Sandman.

Llegaba el turno del evento estelar. Los Dudleys aparecieron primero, después Dreamer, y en lo que resultó una verdadera sorpresa y cinco minutos de total catarsis para todos los asistentes, pues al ritmo de Enter Sandman de Metallica apareció The Sandman entre los aficionados, con quienes bebió y se dio de kendazos en la ruta hacía el ring. Cuando el combate parecía que iba comenzar, muchos de los luchadores que no tuvieron participación activa en la función aparecieron, comenzando por el Blue World Order (Stevie Richards, Nova y Blue Meanie), Kid Kash, Balls Mahoney y Axl Rotten. Después de que estos invasores salieron de escena, comenzaron las acciones. Pero después fueron nuevamente interrumpidas por los Impact Players, quienes atacaron a Dreamer y Sandman. La esposa de Dreamer, Beulah McGuilicutty, también apareció para apoyar al suyo. Y como si no hubieran sido pocas las sorpresas, apareció Spike Dudley para proveer de gasolina y fuego a sus hermanos, para que después aplicaran un azotón de tercera dimensión en llamas a Dreamer para concluir la lucha.

Dreamer estaba abatido en el ring, rodeado de buitres. Sin embargo, su eterno amigo, The Sandman volvió para que con su palo de kendo desalojarlos. Sandman no atinaba como revivir a su amigo, así que pidió lo que él consideraba el mejor remedio: «One beer, please!» gritaba el gladiador.

Inesperadamente apareció Stone Cold Steve Austin para auxiliar a Sandman y a Dreamer. Pero antes de hacerlo, pidió a todo los miembros de ECW que aparecieran para repeler a los que supuestamente los iban a invadir: los integrantes de Raw y Smackdown. La colisión sucedió, no sin que antes apareciera el último invitado de ECW. El eterno monarca Taz.

Después de que todos fueron repelidos, faltaba aún castigar a alguien, así que le pidieron a Foley que se uniera a la fiesta y llevara al ring a Bischoff, quien sufrió el castigo de las principales estrellas extremas.

¿De qué sirvió el ECW One Night Stand?

Así como lo dice el título de está nota, el One Night Stand sirvió para cerrar la etapa de la Extreme Championship Wrestling, quitando el mal sabor de boca que con la quiebra quedó entre luchadores y aficionados.

También sirvió para que Vince McMahon replanteara la idea de expandir su negocio con una marca más, la cual se concretó un año después con el segundo ONS en 2006. Sin embargo está no sirvió, ni con Heyman, ni con la mayoría de las estrellas extremas. Las limitantes que la cadena televisiva y el propio McMahon impusieron a la «renovada» marca extrema terminaron por matarla.

Hubo otros intentos por revivir a los ECW Originals, además del Hardcore Homecoming de Shane Douglas, la hoy Impact Wrestling logró tener durante dos años seguidos sendos Hardcore Justice que fueron una leve bocanada de aire extremo a los aficionados de la escuela noventera.

 

 

LA LUCHA SIGUE...
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10 comentarios en «One Night Stand el epílogo de la ECW, a trece años de distancia»

  1. La única indy que en su momento supuso una alternativa. Mirá que proponer una alternativa en pleno auge de las Monday Night Wars.

    Luchas clásicas, personajes que dejaron una escuela, la fanbase más pasional en la historia del pro wrestling, ese ambiente turbio, humeante y atestado de grunge del ECW Arena; y todo bajo la tutela de un visionario como Heyman.

    La vieja ECW, una vía de escape que todo seguidor debería experimentar por lo menos una vez.

  2. Con respecto al evento, lo mejor de la noche quedó a cargo de Awesome y Tanaka. Lejos de sus mejores años, pero con la misma entrega y pundonor que les caracterizaba.
    El opener estuvo bueno pero la intervención de Credible cagó la lucha. Aunque retrató una imagen que hizo justicia a los Impact Players como el equipo más dominante en la etapa final de la compañía.
    A Benoit hubo una parcialidad que lo abucheó. El Three Way Dance estuvo a la altura, como de costumbre.
    La entrada de Sandman con todo el Hammerstein cantando a todo pulmón a Metallica te pone la piel de gallina.
    En fin, no da para calificar nada. La nostalgia te lo vuelve inclasificable.
    Es verlo, revivirlo y disfrutar nada más. Al fin y al cabo de eso se trataba la ECW.

  3. La única indy que en su momento supuso una alternativa. Mirá que proponer una alternativa en pleno auge de las Monday Night Wars.

    Luchas clásicas, personajes que dejaron una escuela, la fanbase más pasional en la historia del pro wrestling, ese ambiente turbio, humeante y atestado de grunge del ECW Arena; y todo bajo la tutela de un visionario como Heyman.

    La vieja ECW, una vía de escape que todo seguidor debería experimentar por lo menos una vez.

  4. Con respecto al evento, lo mejor de la noche quedó a cargo de Awesome y Tanaka. Lejos de sus mejores años, pero con la misma entrega y pundonor que les caracterizaba.
    El opener estuvo bueno pero la intervención de Credible cagó la lucha. Aunque retrató una imagen que hizo justicia a los Impact Players como el equipo más dominante en la etapa final de la compañía.
    A Benoit hubo una parcialidad que lo abucheó. El Three Way Dance estuvo a la altura, como de costumbre.
    La entrada de Sandman con todo el Hammerstein cantando a todo pulmón a Metallica te pone la piel de gallina.
    En fin, no da para calificar nada. La nostalgia te lo vuelve inclasificable.
    Es verlo, revivirlo y disfrutar nada más. Al fin y al cabo de eso se trataba la ECW.

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