Naoya Inoue es uno de los supermoscas más poderosos del mundo actual. Antes de 10 peleas y 23 años se convirtió en doble campeón mundial. De 14 peleas, 12 las ha terminado por nocaut y normalmente sus rivales quedan exhibidos ante el poder de Inoue.
En esta ocasión, en su debut en Estados Unidos, Inoue se enfrentó a Antonio Nieves en una pelea de 12 rounds en la defensa de su cinturón de peso supermosca de la Organización Mundial de Boxeo.
Antonio Nieves parecía tener un plan cuando se subió al ring pero una vez que subió al encordado y sintió los golpes del «Monstruo» abandonó la misión y decidió pelear desde afuera para evitar ser lastimado.
Inoue tiene la paciencia de un depredador, no le tiene miedo a que le caiga un golpe ya que está preparado para lanzar una combinación que lastimará a su rival.
En el inicio de la pelea con Nieves, el japonés midió a su rival con jabs que colocaba en la cara o en el cuerpo. Buscaba que Nieves abriera su guardia en algún lado para poder entrar ahí con poderosos golpes.
En un momento decidió pegar abajo para castigar y así obligar a Nieves a descubrir arriba y mandarlo a dormir.
La fluidez del boxeo de Inoue no le hacía reparar en que hubo dos ocasiones que fue conectado de manera óptima pues estaba más concentrado en encontrar el espacio para desconectar a Nieves.
Nieves se vio vapuleado en dos ocasiones en la contienda y a punto de caer. En una ocasión incluso volteó a ver a su esquina como esperando indicaciones para acabar con la pelea de una buena vez porque se notaba que la estaba sufriendo bastante.
Inoue no estaba peleando a fondo y Nieves ya buscaba cómo salir de ahí, dado que el «Monstruo» no daba señales ni siquiera de cansancio.
Nieves sufrió mucho los golpes al cuerpo y su cuello parecía desarticulado en cada ocasión que recibía un impacto en la cara.
En el descanso del sexto al séptimo round Antonio Nieves y su equipo decidieron que no saliera a pelear más, por lo que Inoue retuvo de manera exitosa su cinturón.