Cuando Michael Chandler firmó por primera vez con UFC como agente libre, nombró a varios oponentes soñados, incluido el ex campeón interino de peso ligero Dustin Poirier.
Todas las señales apuntan a que dos de los 6 mejores pesos ligeros en el ranking global de MMA se enfrentarán antes de fin de año, y aunque todavía no hay nada oficial, Chandler no puede evitar emocionarse ante la perspectiva de probarse a sí mismo contra alguien como se ha demostrado. como Poirier.
“Sabes que van a ser fuegos artificiales. Una cosa que no puedes decir es que Dustin haya estado alguna vez en una pelea aburrida, o que yo haya estado alguna vez en una pelea aburrida, así que habrá fuegos artificiales cada vez que suceda”.
El posible enfrentamiento se formó después de que Chandler y Poirier tuvieran una confrontación entre la multitud en UFC 276 durante la Semana Internacional de la Pelea en julio.
A pesar de que un video que los muestra se volvió viral en las redes sociales, Chandler insiste en que no buscaba ningún tipo de altercado con Poirier, pero la naturaleza de la situación lo obligó a reaccionar.
“Solo escuché algunos gritos, me di la vuelta y me di cuenta de que era Dustin señalándome. Me di cuenta de que me estaba hablando a mí. Me tomó completamente desprevenido. No estoy ahí para meterme en altercados verbales o físicos o cualquier tipo de controversia nunca. Esa no es mi naturaleza. Francamente, lo evito. Soy un poco pacifista por naturaleza en muchos sentidos, excepto cuando salgo y me pagan por hacerlo dentro del octágono.
“Los guardias de seguridad estaban tratando de alejarnos, pero yo estaba como, ‘Tengo que ir a ver lo que está diciendo’ porque estaba muy lejos, sonaba música, las luces parpadeaban por todas partes, se podía escuchar el ruido de la multitud, así que no podía entender lo que estaba diciendo. Llegó y se acercó, dijo su parte y tiene un problema conmigo”.
“Creo que es uno de los mejores del mundo, pero también ha tenido un par de peleas con Conor [McGregor], tiene un poco de dinero en el banco, se está haciendo mayor, es difícil para él llegar al peso, ha hablado de subiendo a 170. Todos estos son signos reveladores de que creo que este es el momento adecuado para mí para pelear con él y el momento equivocado para que él pelee conmigo. Eso no es faltarle el respeto a él. Quiero competir contra él. Compito contra cualquiera en el top 5 que me lleve a una oportunidad por el título”.