Por Darkangelita.
Uno no es campeón sólo por designación hay que vencer y sobre todo convencer a la afición. Es la calidad del monarca la que hace que la corona brille, y no de manera opuesta. En ese sentido, el máximo ídolo de la lucha libre logró destacar siempre dando luchas memorables de campeonato.
Santo conquistó varios cinturones a lo largo de su andar en el ring. El primero, el más ansiado, fue el Nacional Welter, cuando después de acorralar a Ciclón Veloz, en la vieja Arena México el 21 de febrero de 1943. Esa noche lo catapultó a cosas mayores, al grado de ser considerado para inaugurar unas semanas después la Arena Coliseo en La Lagunilla con aquel duelo por el Campeonato Mundial Medio NWA ante el tremendo Carlos “Tarzán” López. Esa noche devolvió a Santo a la realidad, Tarzán trapeó el ring con él y en un apabullante dos al hilo terminó la prime velada del embudo coliseino.
Santo sin embargo tuvo oportunidad de aprender de sus derrotas y el 8 de octubre de ese mismo 1943 pudo victimar a Murciélago Velázquez en la cima nacional de los pesos medios. Más adelante perdió y recuperó este cetro ante Bobby Bonales, perdiéndolo ante su “coco” el Tarzán López. Cuando éste último recuperó el Mundial de la división el 8 de abril de 1944, el Plateado participó y ganó la eliminatoria para el nacional ciñéndoselo el 31 de mayo de 1944. Todavía tuvo dos reinados más, uno venciendo al Gladiador y en el segundo en un pique por demás intenso contra Karloff Lagarde.
Se coronó Campeón Mundial Welter NWA, al convertirse en el retador de Peter Pancoff el 15 de marzo de 1946 en la Coliseo. Ésta presea se la ciñó en otra ocasión acumulando 638 días de monarca en ambos reinados.
Una vez consolidado como uno de los mejores medios, Santo tuvo varias oportunidades para disputar el cinturón universal de esa división. Sin embargo la decisiva fue el día de año nuevo de 1954, donde le ganó a Sugi Sito en la Arena Coliseo la presea. La cual mantuvo incólume durante 1022 días hasta que otro grande, Rolando Vera, lo derrotó en Monterrey.
Santo además conquistó junto a Rayo de Jalisco el Campeonato de Parejas de la Arena México en 1964 al vencer a los famosos “Tinacos”, los Hermanos Espanto I y II.
También en los 60’s llegó a la cima de los semicompletos al vencer a su archirrival Espanto I, aunque posteriormente en la revancha el Tinaco mayor lo recuperó.
Todavía en los 70’s Santo intentó volver a ser Campeón Mundial, está ocasión ante Bobby Lee, quien ostentaba el Mundial Welter UWA, el joven leones retuvo el 27 de agosto de 1978, sin embargo el público no quedó conforme con la decisión; El Plateado tampoco y esto desembocó en la última hazaña de Santo, al ganar una semana después la máscara del llamado: La Bestia del 78, Bobby Lee.
Si quieres leer las notas anteriores de esta serie:
– Conmemoran a Santo en su tierra natal.