Por Gladys Trujillo
El documental de Sergio Martínez se puede interpretar de distintas formas.
Desde la parte del chico que sale de un barrio argentino, siendo campeón nacional pero sin un peso en la bolsa. O desde la decisión de quitarle su título debido a que se negó a pelear con el boxeador que le quiso imponer HBO.
Sin duda la raíz es la política. Así es, los dos puntos de quiebre en la carrera de «Maravilla» Martínez tienen que ver con la política: la crisis económica en Argentina que lo fuerza a salir de Argentina hacia España para buscar peleas con bolsas más grandes. Gran contrariedad. De voz de Sergio el espectador se entera de que hubo ocasiones en que peleaba una vez al año por 1000 euros. Es en España donde se encuentra con Gaby y Pablo Sarmiento, sus actuales entrenadores y, al pasar de los años, se convierte en la «Maravilla» que es ahora.
El segundo punto tiene que ver con la parte en que se le despojó del Título de Peso Medio del CMB por negarse a enfrentar a Sebastian Zbik. Martínez. Le quitaron el cinturón regular y se lo cambiaron por el de diamantes y le dieron el estatus de campeón emérito.
Era una imposición de HBO. Martínez quería enfrentar a Serhiy Dzinziruk, por el nivel de dificultad, pero HBO no lo consideraba como un nombre que diera buenos números en ventas. De ahí que CMB decidiera cambiar el cinturón de dueño.
Sebastian Zbik se convirtió en campeón y perdió e título ante Julio César Chávez Jr.
Y de ahí lo demás es historia contada hasta el cansancio.
El filme de Juan Pablo Cadaveira hace un acercamiento a la vida de la familia de Sergio. A la forma en que Raquel, su fisioterapeuta personal, hace que «Maravilla» llegue a punto a cada uno de sus combates a pesar de sus lesiones.
«Maravilla: Un luchador», es un filme no lineal que brinca de los entrenamientos de Sergio en España, al boxeador de 20 años que inició tarde en el boxeo. Que aún cuando ganaba sus combates, regresaba a casa sin un peso porque paga por sus peleas, nadie lo quería enfrentar por su peligrosidad. Y luego salta a la convención del CMB donde Lou DiBella y Sapmson Lewkowicz hicieron que José Sulaimán perdiera la sonrisa habitual y furioso, decretara un receso para impedir que la sala saliera de orden.
O tal vez quería callar a los portavoces del campeón.
Y así, de salto en salto, se ve un Sergio Martínez que no es el que se presenta en las giras de medios de sus combates. Ese no es un Sergio arrogante o «hablador». Es el Sergio solitario y serio que muy pocas veces se muestra así.
«Maravilla: Un luchador» se estrenó en el Festival de Cine del Mar de la Pata y ganó un premio al mejor montaje. En el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, compite por el Premio Iberoamericano de Largometraje en la categoría de documental y se presentará a mitad de año en el Fsetival de Tribeca.
Al final si consigue enfrentar a Serhiy Dzinziruk y lo derrota. Por cierto el ucraniano también perdió con Brian Vera, a quien ya todos vimos le ganó dos veces a Julito, al menos en el ring, no así en la decisión, lo cual se vuelve círculo viciado.
El momento cumbre de Maravilla Martínez fue cuando derrota a Julio César Chávez Junior, y gana el Campeonato Mundial de los Pesos Medios del CMB, eso nadie puede negarlo, ya que en Argentina incluso lo nombraron deportista de ese año, superando a Messi.
Al final si consigue enfrentar a Serhiy Dzinziruk y lo derrota. Por cierto el ucraniano también perdió con Brian Vera, a quien ya todos vimos le ganó dos veces a Julito, al menos en el ring, no así en la decisión, lo cual se vuelve círculo viciado.
El momento cumbre de Maravilla Martínez fue cuando derrota a Julio César Chávez Junior, y gana el Campeonato Mundial de los Pesos Medios del CMB, eso nadie puede negarlo, ya que en Argentina incluso lo nombraron deportista de ese año, superando a Messi.