Mandy Rose finalmente se ha convertido la Superestrella total de la lucha libre después de convertirse en Campeona Femenil de NXT en Halloween Havoc. Es un viaje a la cima que ha visto a la culturista, hoy luchadora, pasar de novata a campeona, gracias a una dura curva de aprendizaje que requirió tanto de cuerpo como de mente. El pasado fin de semana, la ex «Golden Goddess» de WWE aparecía de nuevo en M&F Hers, tras la histórica portada de la revista en 2019.
Aún con su victoria sobre Raquel González fresca en el recuerdo de todos, la nueva campeona se sentó para compartir las lecciones aprendidas en su viaje en la lucha libre profesional hasta ahora, y cómo pasar de Monday Night Raw a NXT, adoptando un estilo de lucha más agresivo y acaparando titulares a lo grande.
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► Siempre queriendo aprender
Cuando Mandy Rose apareció por primera vez en WWE, durante la sexta temporada de Tough Enough, algunos fanáticos la descartaron simplemente por ser como una «Barbie» que no sería capaz de aguantar sobre el cuadrilátero. Pero, después de quedar en segundo lugar en el reality show en 2015, a la ex modelo de fitness se le ofreció un contrato a tiempo completo y se aseguró de hacer todo lo posible con cada oportunidad que los directivos de WWE le daban. En 2017, Rose fue presentada en Monday Night Raw junto a Sonya Deville, para formar el grupo conocido como Absolution, liderado por la legendaria Paige.
»Hubo un montón de cosas nuevas para Sonya y para mi. Creo que, viniendo del mundo del fitness, y sin haber pisado nunca antes un ring de lucha libre, la primera vez que me topé con las cuerdas me dolió mucho. Hay tantas cosas que aprender, y todavía estoy aprendiendo. Creo que alguien como Paige fue realmente útil, porque nos ayudó con cosas que no siempre se te enseñan. Es una cuestión de ensayo y error, aprendes sobre la marcha, si no cometes esos errores, no necesariamente sabrás qué hacer para manejarte mejor».
►Confiada ante el duro camino que le esperaba
Tras su impacto en Raw como parte de Absolution, entreteniendo a los fanáticos en SmackDown gracias a su asociación con Sonya Deville y un breve romance en pantalla con Otis, regresó a Raw donde se asoció con Dana Brooke, para recientemente regresar a NXT. Habría sido un momento desafiante para cualquier luchador que intentara averiguar a dónde iba, pero Rose sabía que si continuaba dándolo todo en WWE, los resultados llegarían.
»Cuando me dijeron por primera vez que iba a ir a NXT por un tiempo, realmente no obtienes muchas explicaciones, pero siempre soy una persona que intenta aceptar las cosas como vienen y trato de convertirlas en oro, sin juego de palabras, y eso es lo que hice»
En la transición a NXT, Rose abandonó su icónico atuendo de oro y tomó la decisión de cambiar su cabello de rubio a moreno para mostrar la agresión despiadada que siempre he tenido. Cuatro días antes de ganar el título de NXT, también publicó en Instagram algunos de sus entrenamientos favoritos, prediciendo la victoria sobre González, un enemigo mucho más grande:
«Me estaba cansando de que siempre se hablara de mí por mi apariencia, y quería que me tuvieran en cuenta por mi arduo trabajo y el verdadero talento que tengo«.
► Así se convirtió en líder
Como campeona femenil de NXT, los roles ahora se invierten, y Rose está actuando como mentora de Gigi Dolin y Jacy Jayne en el nuevo grupo conocido como Toxic Attraction.
«Creo que se cierra el círculo. La gente ha estado haciendo esa comparación con Paige, y creo que es genial porque es increíble para mí poder decir que soy el líder del grupo ahora, solo unos años después del nacimiento de ‘Absolution’ y nuestro debut. Me siento realmente motivada por ayudar a muchas de las mujeres en NXT. Al comenzar, realmente estás tratando de complacer a todos y llegar al elenco principal, llegar al gran escenario, y ese es el momento en que te olvidas de disfrutar del viaje, así que trato de recordarles a las chicas que este es un momento muy emocionante en sus vidas y que nunca volverá«.
► Se acabó la negatividad
Mandy Rose no se avergüenza de sus inicios en WWE. Si bien, es posible que no haya tomado el camino tradicional de trabajar primero en pequeños espectáculos independientes, no hay duda de que la ex campeona de culturismo siempre dispuso de las herramientas para tener éxito. Pero, por supuesto, ser un campeón no se trata solo de repeticiones y sets en el gimnasio, también se trata de creer en tu propio potencial para cerrar esas voces negativas.
«Siempre le digo a la gente, nunca sabes dónde vas a terminar, así que siempre toma riesgos, porque una cosa puede llevar a la otra y no lo sabrás a menos que lo intentes. Siempre digo que estoy motivada por todos los que me odian. Simplemente me dan ganas de hacerlo mejor para luego darles en la cara, porque siempre he sido maltratada por muchos».
► Sus hitos
Al ganar su primer campeonato de la WWE, Rose se aseguró reflexionó sobre la consecución del campeonato:
«Fue un momento muy emocionante. Muchas emociones pasaron por mi cabeza. Creo que todo el trabajo duro, a lo largo de los años, ha dado sus frutos y, finalmente, tengo este increíble logro que puedo compartir con la fanaticada y podré echar la vista atrás en unos años y disfrutar de lo conseguido. Estoy realmente emocionada por el viaje. Es un fiel reflejo de cuánto trabajo he puesto, llevo 5 ó 6 años con WWE, y no es solo porque sea un título es que ahora me siento bendecida y agradecida por todo lo que he logrado».
► Su próximo objetivo
Como líder de Toxic Attraction, Rose está entusiasmada con su futuro, y parece que mantener el campeonato no será suficiente.
«Es solo el comienzo para Toxic Attraction, y nos haremos cargo de la división femenil. Vamos a dejar huella«.
En cuanto a esa lucha soñada con otra leyenda que allanó el camino desde el mundo del fitness hasta el Universo WWE, Trish Stratus, es algo que Rose quiere tanto como los fanáticos.
«Todavía es una fantasía mía y, de cara al futuro, quizás algún día podamos subir al ring. Está en una gran forma física, a tenor de sus fotos en las redes sociales y creo que aún sería capaz de manejarse bien en el cuadrilátero«.