Malakai Black: «No hay nada consistente en el producto de WWE»

Demasiado tiempo permaneció Malakai Black en WWE, entonces conocido como Aleister Black. Desde su llegada al elenco principal de la compañía McMahon, nada sugería que su devenir discurriría por la senda del éxito, con un manejo muy distinto al de su etapa en NXT que hizo que su aura quedara dañada. 

Y las promesas de mejora de su estatus, tras medio año ausente de la programación (bajo motivos aún no del todo claros), como era previsible, nunca se cumplieron. El pasado 2 de junio, para sorpresa de toda la comunidad luchística de internet, Black fue despedido de WWE, y pese a la creencia del gladiador de que tendría una nueva oportunidad, cuando apenas dos semanas atrás atacó a Big E para en teoría detonar rivalidad, lo cierto es que fue la mejor noticia posible para él

Hoy, su futuro como miembro de AEW luce ilusionante, y aunque quizás no consiga coronarse campeón mundial, seguro que disfrutará más de la lucha libre que en McMahonlandia. 

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► Malakai Black huyó de la comedia de WWE

Aunque tiene a la vista su primera rivalidad sobre la casa de Tony Khan, el tema de su paso por WWE sigue siendo lógico tema de cuestión bajo entrevistas, y Black tuvo una interesante respuesta al ser preguntado por Metal Injection acerca del proceso mental que vivió al conocer su cese

«Estaba ya asqueado. Antes de eso, me encantó mi tiempo en NXT, pero creo que no hice nada importante en el elenco principal, o al menos, no algo muy importante. Casi como un manejo bipolar 50/50. Me impulsaban, me sacaban de televisión… Y sinceramente, así es todo el producto. Ahora mismo, no hay nada realmente consistente. Todo cambia de una semana a otra, o se hace de manera que lo queman. 

«Pero en cuanto me despidieron, fue curioso porque mi esposa lloró. Y yo empecé a reírme, porque dije, ‘vale, me construyes durante unas 5 o 6 semanas, haces que vuelva y ahora me sacas de la televisión’. Y no sé, todo me hizo sentir que ya no podía tomármelo en serio. Y me dije, ‘esto no merece la pena’. Sentí un enorme alivio y empecé a reírme». 

 

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