Regresa al octágono de la UFC la expectación de las grandes citas, de la máxima trascendencia deportiva. El combate previsto para el próximo 29 de junio entre Conor McGregor y Michael Chandler en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Estados Unidos, despierta ya entre los aficionados y las casas de apuestas esa atracción caudalosa que logra batir récords en contadas ocasiones. Basta con poner el foco sobre un dato que confirma semejante optimismo: según Dana White, el evento ha recaudado hasta la fecha más de veinte millones de dólares con la venta de entradas, convirtiéndose de este modo en el más taquillero de las artes marciales mixtas.
Este interés mediático de proporciones oceánicas atiende sobre todo a tres razones que engordan un cóctel ineludible. En primer lugar, se ratifica el esperado retorno del luchador irlandés, que vuelve a subirse a la lona después de casi tres años de ausencia, desde que se fracturase la tibia contra Dustin Poirier en julio de 2021. A esto hay que sumar la extrema rivalidad consumada entre McGregor y Chandler tras enfrentarse como entrenadores en la última edición de The Ultimate Fighter, el reality show producido por la UFC. El estímulo definitivo de esta pelea hay que buscarlo en el contexto, y es que tendrá lugar en el marco de la International Fight Week, el evento que muestra al mundo cada verano lo mejor del MMA.
Con estos antecedentes de por medio no resulta extraño que los pronósticos estén viviendo en las casas de apuestas ufc su particular etapa de esplendor. La igualdad entre las cuotas marca por el momento cierto panorama de incertidumbre, por lo que todavía no es posible predecir un ganador con notable ventaja para este combate. Los apostantes se inclinan a día de hoy por darle casi la misma probabilidad a la victoria de Chandler que al triunfo de Conor, aunque este parte ligeramente como favorito. Parece claro que habrá que perfilar las cuotas también en otras variables para disfrutar al máximo de uno de los duelos más jugosos de la temporada.
En este sentido, resulta interesante observar aquello que se está pronosticando en los principales operadores juego sobre cómo podría desarrollarse la velada. En líneas generales, según los datos, el grueso de los aficionados vaticina un encuentro con más de 1,5 rounds de duración, con McGregor venciendo por KO o por KO técnico –las posibilidades de que lo haga su oponente no son mucho menores– y con un final de fiesta que estaría situado previsiblemente en la segunda ronda de la noche. Más allá de estas proyecciones, cobran relevancia las denominadas apuestas prop, en las que tocará dilucidar asuntos como cuántos derribos podrían darse o quién firmará el primero de ellos.
The Notorious, que busca sacarle brillo a su impronta legendaria y situarse de nuevo en la contienda por el título, reaparece después de haber mostrado en redes sociales el intenso trabajo de preparación física al que se ha sometido para volver en plena forma de su fatídica lesión. En principio, además de haber ganado músculo, parece que mantiene intactas su guardia tipo southpaw y su habilidad para el striking, aunque las dudas sobre su rendimiento en la élite después de la inactividad salpican las apuestas. Por su parte, con mucho menos renombre y ocupando la sexta plaza en la división de peso ligero, Michael Chandler entona el ánimo de dar la campanada para asegurarse un lugar en la historia del MMA. El estadounidense llega con mucho mejor ritmo de competición y asegurando su característico wrestling explosivo, además de su destreza para mantener el control en el suelo. Hay motivos para confiar en el espectáculo.