En la era donde hay más talentos entrenando en el Performance Center de WWE de Orlando (Florida), no deja de resultar curioso el reciente análisis de Dave Meltzer sobre el más reciente Royal Rumble varonil.
Sólo había dos hombres en el Rumble que tenían menos de 30 años: Dominik Mysterio y Otis, quiero decir, eso es increíblemente absurdo. Ambos duraron un tiempo combinado de 2 minutos y 53 segundos en el ring y ambos fueron tratados en gran medida como unas bromas en esa lucha. Esto es algo significativo para una empresa que gasta más de 20 millones por año en un sistema de desarrollo.
«Y de los 30 hombres en el Rumble, los únicos que fueron entrenados en ese sistema, que ha estado implementado desde hace ocho años gastando una gran cantidad de dinero, fueron Elias, King Corbin y Otis, esencialmente tres tipos que nadie ni siquiera apunta o nombra como buenos o grandes luchadores».
El elenco masculino de WWE, ¿se está volviendo viejo?
► La Cámara de Eliminación, otro reflejo del estado de WWE
Y ahora llega la observación realizada por Cain A.Knight de Cageside Seats, esta vez acerca de la hasta ahora única lucha anunciada dentro de la Cámara de Eliminación para el PPV homónimo del próximo domingo 21, donde Drew McIntyre defenderá el Campeonato WWE ante AJ Styles, Jeff Hardy, Randy Orton, Sheamus y The Miz.
Y como expone Knight, se trata del encuentro de este tipo cuyos participantes configuran un promedio de edad más alto de todos los realizados (26 en total): 41.2 años, teniendo sólo a un competidor, McIntyre, por debajo de las 40 primaveras.
WWE, de nuevo, va a lo seguro y escoge a un grupo de competidores ya asentados como aspirantes a destronar a McIntyre, en lo que luce cual reto al escocés por sobrevivir a generaciones anteriores que no acaban de dejar paso a las estrellas de nuevo cuño.
Escenario por desgracia demasiado recurrente en los últimos años cuando hablamos de McMahonlandia, con críticas de las que ni siquiera se libra teniendo a Edge como ganador del último Rumble masculino, un veterano en teoría más querido que Goldberg, quien desde 2017 se ha convertido en principal foco de dichas reprobaciones.