El fin de semana pasado, Khalil Rountree Jr. obtuvo su sexta victoria en el UFC, deteniendo a Karl Roberson con una brutal patada al cuerpo en la segunda ronda de UFC Vegas 50.
Después de la victoria, Rountree pronunció un discurso apasionado durante su entrevista posterior a la pelea , diciendo que quiere marcar la diferencia en el mundo e inspirar a las personas a través de su propio viaje de «un niño de 300 libras al borde del suicidio» a su estado actual como uno de los mejores peleadores de peso semicompleto del mundo. Hablando con Ariel Helwani en The MMA Hour esta semana, Rountree amplió ese viaje y contó dónde estaba emocionalmente antes de encontrar MMA.
“Diría que en el punto álgido de mi depresión y espiral descendente, tenía 19 años… Sobre los 19 es cuando me empezó a pegar todo. La gente iba a la universidad, algunas personas conseguían trabajo y yo vivía en un apartamento de una habitación con mi madre, mi hermano, mi sobrina, mi hermana, luchando por ganar $750 de alquiler cada mes. No tenía idea de lo que quería ser en la vida, o lo que quería hacer, o incluso lo que podía hacer, porque en ese momento, 19 años, 305 libras, dos paquetes de cigarrillos al día, solo refrescos, si alguien tenía pastillas y estaba como, ‘Oh, tomaré algunas’, sin siquiera saber qué eran, realmente me perdí sin esperanza y ni siquiera me importó. ‘No me importa si me despierto hoy. Voy a beber y esperar que no me despierte mañana.’ Ese tipo de pensamientos».
“Hasta que un día mi hermano estaba viendo MMA, vi un poco de lo que era eso y me apegué a esta agresión e ira que parecía que tenían estos muchachos, especialmente después de ver a ‘Rampage’ [ Quinton Jackson ] derribar una puerta. en The Ultimate Fighter , dije: ‘Sí, eso es lo que quiero hacer’. …. Fue una mezcla de estar expuesto a MMA y un sentimiento de querer explotar o rendirse. Eso fue a los 19 y ahí fue cuando decidí que iba a empezar”.
Con sobrepeso y sin experiencia en deportes de combate, Rountree estaba comenzando completamente desde cero. Después de buscar gimnasios locales en el área de Las Vegas, Rountree dijo que él y su hermano decidieron probar el gimnasio Wand Fight Team porque querían aprender a pelear como Wanderlei Silva . Presentarse a su primera clase en el gimnasio terminó siendo una experiencia que cambió la vida de Rountree.
“La primera clase fue una clase de muay thai dirigida por un instructor llamado Michael Costa , y es uno de los entrenadores más duros que he conocido en mi vida, pero lo bueno de esto es que definitivamente enseñó desde el corazón y se preocupaba por cada uno de sus estudiantes. Así que fui y me aseguré de hacer mi mejor esfuerzo y simplemente escuchar lo que decía porque sabía que quería aprender a pelear como Wanderlei Silva. Recuerdo que después de la clase estaba completamente agotado y él se me acercó y me dijo: ‘Oye, ¿has hecho esto antes?’ y yo dije, ‘No, nunca. Ésta es mi primera vez.’
“Y él dijo: ‘Creo que tienes una habilidad natural, un talento natural. Deberías venir de nuevo. Nuestra próxima clase es mañana a las 11 en punto. Regresa. Quiero verte en mi clase. Esa fue la primera vez que sentí que tenía esta aceptación de puertas abiertas de una persona amable que realmente quería enseñarme a pelear. Creo que lo que me mantuvo allí fue que este tipo realmente quería enseñarme a pelear y ayudarme a ser una mejor persona. Recuerdo que ese fue el día que llegué a casa y tiré mis paquetes de cigarrillos y dije: ‘No puedo fumar si voy a hacer esto’. Es tanto en mis pulmones y no puedo respirar.’ Eso fue solo el comienzo. Todo lo demás, comencé a agregar un poco más todos los días”.
Ese enfoque día a día ayudó a Rountree a continuar mejorando su vida. Rountree dijo que después de unos meses de entrenamiento, su confianza creció y decidió que quería tener una pelea real, lo que según sus entrenadores significaba que tendría que perder 100 libras. Lo hizo en menos de un año.
“Perdí 100 libras en 11 meses. Desde la primera vez que hice esa clase de Muay Thai, todos los días me deshacía de algo que sabía que no era bueno para mí. El primer día fueron cigarrillos, al día siguiente fueron refrescos, luego fue: ‘Está bien, ya no voy a comer comida rápida’. Solo voy a comer verduras, huevos y proteínas. Luego comencé a sentirme mejor simplemente eliminando esas cosas y luego comencé a trotar un poco. Así que creo que la confianza comenzó a llegar después de unos tres meses. Tres meses de ir a entrenar y decirme: ‘Hoy no voy a fumar’. Esa fue la cosa. Obviamente, esos vicios querían colarse de nuevo, pero tuve que tomarlo día a día y decir: ‘Sabes qué, hoy no lo haré’. …
“Tomando todo día a día hasta que aproximadamente tres meses después vi que mi rostro se adelgazaba un poco y dije, ‘Oh, Dios mío’, y la gente comenzaba a decir ‘¿Estás haciendo un poco de ejercicio?’ Empecé a recibir un poco de reconocimiento por perder peso y eso lo llevó por las nubes. Luego le dije a mi entrenador que quería pelear y él dijo: ‘Está bien, tienes que perder 100 libras’, y yo dije: ‘Ugh, ¿cómo hago eso?’ Simplemente elevé todo lo que estaba haciendo. Empecé a correr más. De hecho, apagué mi teléfono celular… y simplemente dediqué mi vida a perder peso y a hacer ejercicio y realmente a tratar de crear esta mejor versión de mí mismo».