No es raro escuchar a los peleadores hablar de «enamorarse» de las MMA nuevamente después de desinteresarse del deporte, o simplemente perder la motivación por cualquier motivo.
Kevin Lee no perdió exactamente su pasión por la lucha, pero también se vio obligado a tomar un descanso prolongado de la acción después de someterse a dos cirugías importantes de rodilla el año pasado, lo que le dio mucho tiempo para reflexionar.
Fue durante su recuperación de la cirugía que Lee comenzó a empujar su cuerpo de nuevas maneras que nunca antes había hecho, que incluían viajes prolongados a la sala de pesas mientras acumulaba músculo extra.
“Tengo que dárselo al UFC Performance Institute, realmente me han mantenido en el camino y tengo que darles mucho crédito y simplemente hice todo lo que me pidieron que hiciera y me dijo que hiciera. Trabajé todos los días desde allí.
“Me hizo volver a enamorarme un poco del deporte al tener que hacer cosas que normalmente no hago. No estoy corriendo, haciendo lo mismo una y otra vez. Casi fue un buen descanso «.
También fue durante este tiempo libre que Lee debutó con una adición bastante grande a su colección de arte corporal después de que se tatuó un casco alrededor de los lados y la parte posterior de la cabeza.
“Lo entendí porque me di cuenta de que estaba sentado en cuarentena, estaba sentado con las rodillas rotas. No puedo salir. No puedo entrenar. Estoy como maldita sea, ¿Qué quiero hacer hoy? Porque realmente quiero pelear. Eso es lo que quiero hacer».
Si bien Lee en realidad no se tatuó en la cara, los lados y la parte posterior de su cabeza ahora están decorados con un intrincado trozo de tinta que es difícil pasar por alto. Pero agregó que el significado real detrás de eso también le habló sobre el lugar donde lo hizo.
«Me tatué el casco para recordarme lo que realmente hago. Será algo que me seguirá por el resto de mi vida. Pasé el mejor momento de mi vida como guerrero. Así que tenía sentido recordarme a mí mismo todos los días que es difícil no terminar esa carrera extra. Es difícil no terminar esa ronda extra cuando tienes un maldito casco tatuado.
“Como el reinicio de mi carrera, no mucha gente me ha visto con esto, así que siento que me va a elevar en todos los aspectos diferentes. La gente me está notando ahora. Mucho más que incluso cuando estaba en la cima, me sentí como en mi carrera. Después de la primera pareja de peleas con esto tatuado, siento que lo llevará a un nuevo nivel «.
Por supuesto, Lee no puede prometer que su pasión por la pelea nunca volverá a decaer. Pero su tatuaje siempre servirá como un recordatorio de la carrera que eligió y por qué necesita perseguir sus sueños en los deportes de combate con la mayor ferocidad posible.
«La motivación va y viene y creo que lo escuchas incluso de las personas más exitosas de todos los tiempos. La motivación va y viene, así que tienes que esforzarte. Eso es ser disciplinado. Es solo parte de la disciplina de una manera extraña y indirecta «.