Kazula Vargas no está de acuerdo con algunas de las payasadas y las cosas que hace Paddy Pimblett. El malestar no es por lo que ha dicho Pimblett ha dicho sobre él, sino sobre otras situaciones en las que se ha visto envuelto antes de su pelea del sábado.
Pimblett tuvo un altercado con el peleador Ilia Topuria a principios de semana en el hotel en Londres. La pelea surgió porque Pimblett se burló de la Guerra entre Rusia y Ucrania que Topuria no tomó amablemente. Vargas de cree que los comentarios y acciones de Pimblett son infantiles:
“Al principio, realmente no quería juzgarlo. Ese es su carácter y en este negocio tienes que ser multifacético y necesitas tener una personalidad, bueno, algunas personas, no todos, pero en este momento tener una personalidad es la moda».
“Pero para ser honesto, lo veo como un niño. Es un niño de 28 años. En mi país, un joven de 28 años ya es un hombre. Ya estás en otro camino, estás en otro camino de madurez. Creo que es un niño. Dice cosas que van más allá de la lucha, que van más allá de promover la lucha y el aspecto comercial de la misma. Esas cosas van mucho más allá y dice cosas que pueden ser percibidas como racistas y otros temas delicados, que lamentablemente existen hoy y lamentablemente afectan a personas que ni siquiera saben quién es.
“Hay gente con problemas más grandes, gente que lucha por su vida”, continuó Vargas. “Entonces, para comentar eso de una manera tan estúpida, es realmente sorprendente que esté viviendo en otro mundo y solo le interese lo que dicen los medios. Es muy vanidoso. ¿Por qué hacer esos comentarios tontos? ¿Por qué porque siente que necesita muchos seguidores?”.
Vargas no estaba lejos del incidente entre Pimblett y Vargas. Se suponía que debía estar firmando carteles junto a Topuria.
“Estaba a solo unos metros de distancia. Estaba firmando carteles y entró Ilia, de hecho es la primera vez que nos vemos. Entonces, cuando entró, porque se suponía que íbamos a firmar carteles juntos, en realidad ya estaba terminando y llegó tarde debido a esa (pelea). Todavía estaba inquieto por la pelea. Vi el vídeo. La gente me lo mostró y yo estaba como, ‘¿Qué diablos?’ No es profesional».
“Digamos que algo hubiera pasado y la pelea hubiera fracasado. Yo como peleador, llamo a mi manager y le digo que ese no es mi problema y que necesito que me paguen o necesitan encontrarme otro peleador. Ya hice el trabajo.
“Es tan estúpido. Incluso toda la gente de Londres que pagó entradas muy caras para verlo, todo se desperdicia. ¿Por qué? Porque el niño decidió hacer esto. Así que al final del día, es lo que te estoy diciendo. Es como un niño, que no tiene idea de dónde está parado y necesita atención. … Esa es la imagen que da con todo lo que está pasando. No sé si ese es realmente él o si este es su personaje”.