Jessie Vargas estuvo inactivo desde el 5 de noviembre de 2016 cuando fue derrotado por Manny Pacquiao.
Esa noche perdió su Título de Peso Welter de la Organización Mundial de Boxeo. Tras ese tropiezo hubo problemas con su empresa promotora y eso lo alejó de los encordados por 13 meses.
Luego de que llegara a un acuerdo para firmar con otra compañía, se le encontró una pelea justa para su regreso en Premier Boxing Champions.
Se firmó la pelea con Aarón «Joya» Herrera, un boxeador lo suficientemente duro como para hacer de esta pelea una interesante presentación para Vargas en este momento, como para retomar la confianza y mostrar sus armas tras la inactividad.
Vargas no decepcionó.
Siendo el más técnico de la contiendo hizo el trabajo para que la pelea fuera entretenida. Herrera es fuerte, interesante de ver por el grado de oposición que le da a sus rivales. Entonces se le vio un poco dubitativo al ataque. Sabe cómo absorber los golpes, pero sólo eso hizo, aguantar los golpes. No pudo encontrar el espacio para armar el contragolpe y darle más batalla a Vargas.
En cuanto se sintió cómodo, Jessie combinaciones a velocidad con mayor número de golpes. Si hay algo que reconocerle a Herrera es la capacidad de resistir golpes. La cosa es que no buscó hacer algo distinto.
Vargas se fue creciendo a lo largo de la contienda y el daño que recibió fue mínimo porque supo cómo sacarse de encima a Herrera.
La decisión unánime quedó a favor de Jessie Vargas quien regresa al boxeo con la firme intención de hacer una declaración en la división welter para volver a colocarse un título de campeón en la cintura.
Será una empresa difícil para Vargas pues los campeones y contendientes de esa categoría de peso son rivales de alta peligrosidad, por lo que deberá trabajar mucho en su técnica y estrategia para aspirar a retar a alguno de ellos.