Jessica Eye habla de su pelea fuera de la jaula

Jessica Eye es la quinta en la clasificación de la división femenil gallo de UFC. Es considerada una de las mejores peleadoras del mundo y se enfila a la disputa del título que posee Ronda Rousey. Su primer retén para probar su calidad es enfrentar a Miesha Tate el próximo 25 de julio en Chicago.

Y a pesar de que se enfila a un choque contra la única peleadora que ha pasado del primer round ante Rousey, y que si derrota a Tate se verá de frente contra la «Reina de la palanca al brazo» siente muchas emociones, pero ninguna de ellas es miedo.

La vida preparó a Eye para mirar a la cara al miedo, enfrentarlo y vencerlo, al grado de que ni la poderosa Ronda Rousey la intimida.

Y es que ella recibió los peores golpes fuera de la jaula, de las manos de una de las personas más importantes que puede tener alguien en la vida. Peor aún, ni siquiera tenía 10 años y estaba lejos de ser la gran atleta que es ahora.

La mayor pelea de Eye fue librada abajo del octágono, con su padre
La mayor pelea de Eye fue librada abajo del octágono, con su padre

Jessica Eye fue golpeada por su padre desde que tenía ocho años y debió soportar otros 10 el abuso, tiempo en el que logró armarse de valor y condiciones para abandonar la casa de su padre.

A largo de los años, se mantuvo alejada de su padre para evitar seguir en una relación dañina que sólo había soportado porque se trataba del hombre que le había dado la vida y aún recordaba los buenos momentos con él.

Sin embargo, una vez que tuvo un altercado físico con él, ya siendo adulta y que tuvo el tino de contestar, decidió terminar de tajo con esa relación.

Aún cuando ella intentó sanar sus heridas a través de la convivencia sana, incluso lo apoyó monetariamente cuando supo que tenía cáncer cerebral, reunió fondos a través de la ayuda de sus fanáticos y la comunidad de las artes marciales mixtas. Luego de eso, sucedió lo que terminó con ese capítulo de la vida de Jessica.

Aún cuando le perdonó que a los 26 años la golpeara enfrente de sus amigos y patrocinadores, lo cuidó cuando pasó lo del cáncer, pero no tardó en llegar el punto de quiebre porque sintió que había tomado todo de ella. Y no porque esperaba recibir algo a cambio, sino porque no podía dar algo más y era demasiada negatividad para cargar con ella. La última pelea que tuvieron fue el detonador que la alejó definitivamente de su padre.

Ahora, Jessica menciona que nada puede asustarla ni sorprenderla
Ahora, Jessica menciona que nada puede asustarla ni sorprenderla

Sin embargo, esa es una faceta que muy pocas persona conocen de ella y si hubo una razón por la que hizo público este hecho es que siente que le debe una explicación a las personas que colaboraron para costear el tratamiento de su padre y que en ocasiones le preguntan por su salud.

Además, desea que su historia ayude a otros a dejar de sentirse culpables de estar en una relación tóxica y encuentren un ejemplo positivo para salir de una situación así, porque a pesar de todo, hay maneras para salir del fondo y empezar a crear algo propio y benéfico.

-Antes caminaba entre basura. Hoy camino sobre la senda hacia el oro (…) Siento que nada puede sacudirme. He visto y hecho todo. No creo que haya algo que pueda sorprenderme, este es el momento adecuado, es mi momento.- concluyó Jessica Eye.

 

LA LUCHA SIGUE...
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