Jeremy Stephens se siente bien ante un nuevo capítulo de su carrera. Hace su debut promocional el 20 de abril cuando se enfrenta a Clay Collard en la temporada de peso ligero de 2022 de la PFL. Será la primera pelea de Stephens (28-19) fuera de UFC desde 2007.
Stephens peleó para UFC durante 15 años y acumuló 33 peleas en la empresa. El hombre de 35 años tuvo una larga carrera en la organización con sede en Las Vegas, por decir lo menos. Dijo que está orgulloso de lo que construyó en el UFC, pero que está listo para pasar página.
“Tuve una carrera increíble con UFC, pero al final, pensé que no me peleaban con frecuencia. Tenía mucho que hacer en ese período de tiempo de mi vida. Solo tenía que lidiar con todo de la manera en que tenía que lidiar con eso. Sentí que lo mejor para mí era tener algo nuevo, algo refrescante, una oportunidad de oro.
“Siento que lo que he hecho y lo que he creado en el UFC, tengo mi propio nombre y mis propios seguidores y gente sintonizando. Estoy emocionado por ese rejuvenecimiento y esa recreación de Jeremy ‘Lil’ Heathen’ Stephens. Sigo siendo el mismo salvaje que soy. Estoy emocionado por esta oportunidad y esto es un paso adelante para mí”.
El cambio a PFL no solo viene con una nueva etapa y oponentes para pelear. También le da a Stephens la oportunidad de ganar un premio de 1 millón, junto con el título, si gana el torneo de playoffs.
“La mejor decisión para mí y mi familia es PFL. Nos dirigimos a nuevas peleas y emocionantes aventuras y nuevas oportunidades. Y cuando todo esté dicho y hecho, ladrillo por ladrillo, es una oportunidad de 1 millón. ¿Quién no quiere tomar eso? Soy un tomador de riesgos. Todo el mundo sabe que me gusta batear por las vallas, e hice una carrera de eso.
“Pude mantener a mi familia (con) muchas de las bonificaciones que recibí, no porque me pagara el UFC. La paga que ganaba era más la (forma) en la que podía pelear y podía vivir de mis bonos”.