Japón celebra el Día de la lucha libre

Hoy, 19 de febrero, se celebra en Japón el Día de la lucha libre profesional. La celebración se debe a que hace 70 años se transmitió por primera vez en televisión una función completa de lucha libre profesional.

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► Día de la lucha libre profesional en Japón

Este fue evento de la empresa Japan Pro Wrestling Alliance y tuvo lugar en el Kuramae Kokugikan de Tokio (antecesor de Ryoguku Kokugikan), donde se reunieron 13,000 aficionados para ser testigos de las cinco luchas que se organizaron.

En el combate estelar, Rikidozan, ex peleador de sumo considerado como el padre de la lucha libre profesional japonesa, formó equipo con Masahiko Kimura, un ex peleador de judo, diez veces campeón amateur, en un enfrentamiento por equipos donde se disputó el Campeonato de Parejas de la National Wrestling Association (NWA) contra los hermanos Sharpe (Ben y Mike) quienes eran originarios de Canadá y llegaron a Japón desde Estados Unidos.

A pesar de una considerable desventaja de tamaño (los Sharpe medían más de 1.96 mts, y pesaban alrededor de 113 kg mientras que Rikdozan medía 1.76 mts y pesaba 108 Kg y Kimura era aún más pequeño), el equipo japonés mantuvo a los estadounidenses en dos empates, con Rikidozan ganando la primera caída con patadas espectaculares seguidas de una avalancha de golpes de kárate. La lucha fue noticia en los periódicos japoneses y la transmisión por televisión fue vista por millones de personas en todo el país, muchos de ellos en plazas al aire libre, donde se habían instalado televisores promocionales.

Nippon Television y NHK (Japan Broadcasting Corporation, el canal de radiodifusión semi gubernamental) transmitieron el evento simultáneamente y, según se informa, una multitud de 20.000 personas se agolparon en la televisión de la calle en la plaza de la salida oeste de la estación Shinbashi, para mirar un televisor «General Electric» de 27 pulgadas montado en un estrado donde el público vitoreaba frenéticamente cada ataque de Rikidozan. La turba era tan grande que invadió la vía principal frente a la estación, bloqueando el tráfico. Incapaces de moverse, los taxistas simplemente estacionaron sus vehículos en medio de la calle y se unieron a la estridente multitud. En el parque Ueno de Tokio, los entusiastas se habían reunido en una pendiente frente a un televisor montado en un camión. Muchos se habían subido a árboles, rocas y farolas para tener una mejor vista y varios estaban tan abrumados por la emoción generada por la actuación de Rikidozan que se cayeron de sus posiciones, sufriendo lesiones graves y provocando que las ambulancias fueran y vinieran del parque al hospital más cercano durante gran parte de la noche.

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Se estima que 14 millones de personas vieron el combate que tuvo el efecto de una victoria en la Copa del Mundo. Matsutaro Shoriki, propietario de NTV y magnate de los medios de comunicación, cuya cadena de televisión había televisado el evento, dijo:

Rikidozan, con su lucha libre profesional en la que hizo volar a los grandes hombres blancos, ha devuelto el orgullo a los japoneses y les ha dado nuevo coraje.

Hay que recordar que la posguerra para Japón fue una etapa muy difícil que no terminó en 1945 con el fin de la guerra, prologándose hasta 1952 con serios problemas económicos y un resentimiento hacia los Estados Unidos. La lucha libre se volvió en un medio liberador y de la noche a la mañana Japón tuvo un héroe nacional en Rikidozan.

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Hasta el día de hoy la lucha libre en Japón goza de mucha popularidad, reuniendo a un gran público en cada encuentro. Hace unos días, Nippon TV conmemoró los 70 años de esta mítica primera transmisión con una función especial celebrada en el Tokyo Korakuen Hall con elenco de All Japan Pro Wrestling y Pro Wrestling NOAH, además de la presencia de Kenta Kobashi y Keiji Mutoh como invitados de honor.

LA LUCHA SIGUE...
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