Naoya Inoue le hizo honor a su apodo y se convirtió en un verdadero «Monstruo» para noquear a Jamie McDonnell en un round.
Fue la primera vez que Jamie McDonnell pisó tierra japonesa, campeón defensor de visitante.
Pero eso no importa cuando el deber llama.
Tampoco le importó a Inoue el tener que recibir al campeón, que su última derrota databa de 2008 y que estaba por cumplir cuatro años como monarca.
Pero así es Inoue. Firma el contrato de la pelea, entrena, sube a pelear el día de la contienda y gana. Normalmente por nocaut.
Entonces no se la pensó en empezar con el ataque contra McDonnell. Lanzó sus primeros aguijonazos para medir la distancia entre él y el británico.
McDonnell tenía la idea de pelear a lo largo, apostando por su velocidad para pegarle de entrada por salida para no darle espacio al «Monstruo» de conectarlo en corto y evitar el intercambio en la medida de lo posible.
Sin embargo, Inoue captó de inmediato las intenciones de McDonnell y en cuanto encontró el espacio.
El primer aviso fue un recto de izquierda que le dio Inoue en la cabeza a McDonnell, no lo dobló pero sí lo hizo trastabillar un poco.
Posteriormente, Inoue se mantuvo cerca de McDonnell y cuando inició un intercambio, el «Monstruo» soltó y voladito de izquierda que mandó a McDonnell a la lona.
El réferi le hizo la cuenta al británico, quien se levantó y hasta dio saltitos para demostrar que aún podía seguir en el combate.
Pero poco le duró el gusto.
Una vez que se reiniciaron las acciones, Inoue le cayó encima a McDonnell como una avalancha de golpes de la que no pudo zafarse.
Puros ganchos y volados en cara cuerpo para ablandarlo y sacarlo de combate lo más rápido posible.
Con la mala suerte de McDonnell que no pudo salirse del castigo y el réferi debió entrar para sacarlo del apuro.
Naoya Inoue se sumó el triunfo 16 con un nuevo título, el de peso gallo de la Asociación Mundial de Boxeo.