Monte Carlo se puso de gala y con la presencia del príncipe Alberto, se abrió paso la pelea estelar de la noche en Mónaco, donde Gennady Golovkin se enfrentó a Martin Murray por el Título de Peso Medio de la Asociación Mundial de Boxeo y el campeonato interino de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo, ambos en poder de Golovkin.
Se proyectó que Murray sería el rival más competitivo de Golovkin, sin ser campeón, pero que se veía con más poder y aguante. No por nada sembró la duda sobre el triunfo de Sergio Martínez de aquel 27 de abril de 2013.
Así que, ya entrados en materia, Golovkin hizo lo que siempre en el primer round: tanteó el terreno y lanzó las manos para probar la defensa de Murray. Por su parte, Murray no soltó muchos golpes, lo que sí es que se dedicó a enganchar a Golovkin una vez que sentía el poder del kazajo, lo amarraba. Lo hizo en múltiples ocasiones y el público se molestó por ello y se lo hicieron saber a Murray a base de abucheos.
Golovkin no es de los que se desesperan, así que dejó que Murray hiciera sus triquiñuelas en lo que encontraba el punto débil de la guardia del inglés. Y no tardó en hacerlo. En el cuarto episodio de la contienda, Golovkin puso a Murray contra las cuerdas y ahí le acomodó un golpe en la boca del estómago. Cuando Martin dio un paso para atrás y poner distancia entre él y Gennady, pero al apoyar el pie sintió el dolor en el abdomen y se fue para la lona, apoyó la rodilla en la lona, entonces el réferi inició el conteo.
Una vez que Murray se incorporó de la cuenta, siguió el combate y recibió un gancho más al hígado, lo que provocó el regreso del inglés al piso. Nueva cuenta. Sin embargo, Murray salvó el round.
De a poco el kazajo fue creciendo en el combate y dominó completamente. Su estilo siempre va in crescendo: detecta a su rival, va tomando la medida, le lanza los puños, va cerrando las salidas y conecta de poder para desarmar.
Lo anterior no significa que no recibiera castigo. Dentro de lo limitado del ataque de Murray (que no por falta de intento, sino que el kazajo lo tenía encerrado) le lanzó algunos golpes a la zona hepática y otros tantos a la cara, que si bien no lastimaron a Golovkin, dieron cuenta de que al kazajo no le importa recibir en tanto sus golpes sean los más poderosos. Además es parte del combate. A lo largo del combate le fue cerrando la trampa para darle el golpe final.
En el décimo round, Murray recibió un golpe de lleno en la oreja, que conduce al centro del equilibrio, así que visitó nuevamente a la lona. Pero como guerrero aguantó el poderoso impacto y se levantó para continuar, parte para ver si podía conectar un golpe de suerte y parte para terminar la pelea valientemente.
En el onceavo episodio, Murray salió valiente pero Golovkin ya le tenía tomada la medida, de modo que solo salió a apretó un poco más el paso. Así que lo encerró en la cuerdas y con una serie de zurdas en falso que abrían la guardia para dejar entrar la derecha con poder. Murray recibió 3 combinaciones de ese tipo hasta que el réferi decidió detener el combate, pues el último ataque hizo que la cabeza de Murray campaneara, de modo que casi pega en uno de los esquineros del ring, aparatoso y peligroso para la integridad de Murray.
Así que se declaró el final del combate a los 50 segundos del 11vo asalto. Victoria para «Triple G», su nocáut 19 en fila y va directamente al choque contra Miguel Cotto, si es que el boricua se faja y acepta el reto sin poner la excusa de que Gennady Golovkin no vende.