Por Gladys Trujillo
Luego del contundente nocáut que le propinó Nicholas Walters a Nonito Donaire, llegó el combate importante de la noche.
Gennady Golovkin contra Marco Antonio Rubio. Choque de estilo mexicano y es que Gennady tiene la disciplina que caracteriza a las naciones que se separaron de la Unión Soviética y el tipo de pelea mexicano que aprendió de su entrenador, Abel Sánchez, de México.
Evidentemente, Rubio subió más pesado que Golovkin, mucho más de 1.8 libras con las que se pasó en el pesaje y que de paso, le costó el cinturón interino de peso medio CMB y la oportunidad de quitarle los títulos al kazajo.
Pues bien, Golovkin se subió con la seguridad y determinación que le caracteriza.
Marco Rubio iba por la hombrada de vencer al invito kazajo, que de 30 peleas había noqueado en 27 y sus últimas 11 peleas han sido de defensa titular.
Rubio no ha terminado de dar el salto y por su edad, esta era la oportunidad para destacarse o estancarse.
La empresa no era sencilla.
Entonces, Golovkin, que no es de los que retroceden ni especulan, le lanzó las manos a Rubio desde el primer round. Si bien el peso extra de Rubio, le presentaba ventaja a la hora de conectar, le restó movilidad para buscar la mejor colocación de dichos golpes (con la esperanza de doblar al kazajo).
Gennady por su parte, le acomodó cuantas derechas quiso y provocó con golpes a Rubio para que entrara al intercambio. Error, ya que Golovkin, además de fuerza, tiene una puntería increíble.
Así pues, Rubio le aguantó el primer intercambio pero buscó no caer en otro, porque le iba a costar caro. La instrucción de la esquina de Robert Gracía era que fuera él quien presionara al frente.
Golovkin, en el banquillo se mantuvo impasible y atento a las recomendaciones de su entrenador. Rubio se veía incluso cansado y jalando demasiado aire por la boca.
Sonó la campana del segundo asalto y ambos boxeadores salieron a la acción. Rubio intentó golpear hacer juego de piernas, pero no lo logró. Buscó el enganche pero Gennady se lo sacudió. Y esa cercanía le salió cara. Con un derechazo en la cara, Golovkin desestabilizó a Rubio y le cayó encima para llevarlo contra las cuerdas. Rubio no contestaba los golpes y sólo se los tapaba con el guante. Parecía que el réferi interferiría para terminar con el combate por la falta de respuesta de Rubio. Entonces cayó un zurdazo en la cabeza del mexicano y se fue a la lona. Primero aflojó el cuerpo. Cuando escuchó la cuenta a la altura del 7, quiso incorporarse pero no lo hizo rápido y la contienda acabó por nocáut.
Rubio hizo cara de extrañeza porque no lo dejaron continuar, pero lo cierto es que hizo una mala pelea como para pasar de ahí.
Golovkin agradeció a sus fans el apoyo e incluso saludó a los hispanohablantes en español, cosa que le agradó al público.
Sobre quien sigue en su lista, la respuesta fue simple: Miguel Cotto. Gennady desea esa pelea con ganas. Aun cuando no la quisiera, el CMB prometió al ganador de esta contienda una pelea directa por el Título de Peso Medio del CMB, que ahora está en poder de Cotto.
Y aunque Cotto va por Saúl Álvarez, Cotto contra Golovkin, salvo que deje el título. Por el momento, Golovkin se afianza como el mejor peso medio de la actualidad