Con 11 combates dentro del cartel principal y ciertas críticas hacia la duración de anteriores eventos de pago por visión, AEW quiso que All Out resultara un poco más dinámico.
Así, asistimos a ciertas decisiones creativas que abrieron nuevas vías de cara a los próximos episodios de Dynamite y Rampage, como por ejemplo, la lucha de escaleras en pos del regreso de MJF, o el choque Christian Cage vs. Jungle Boy.
La pregunta que aún muchos seguidores siguen haciéndose es si en este cupo entra el combate que enfrentó a Powerhouse Hobbs y Ricky Starks. Porque el aparente favorito, Starks, cayó derrotado tras apenas cinco minutos mediante una Spinebuster que, si bien supone una de las movidas características de Hobbs, se diría llegó demasiado pronto.
► La lógica de AEW o la despedida de Starks
El manual habitual de WWE ha condicionado durante años la concepción de lo que debe ser un impulso para muchos seguidores. Pero AEW viene demostrando una manera distinta de hacer las cosas en ciertos puntos de su libro de estilo.
Véase, uno esperaría que tras pasar al bando técnico y gozar del apoyo del respetable, Starks saliera triunfante de su duelo contra Hobbs. Pero no. Y aquí descansa el motivo de dicha cuestión que en los últimos días recorre la comunidad luchística de internet: ¿era este el verdadero plan de AEW, o la derrota se dio por una inminente salida de Starks de la compañía?
Si sirve de ayuda, Fightful informa de lo siguiente.
«Hemos escuchado que Jade Cargill vs. Athena tenían más tiempo estipulado si querían, pero la lucha no agotó todo el tiempo. Nos han contado lo mismo sobre Will Hobbs vs. Ricky Starks».
El «Absolute» viene alzando la voz en los últimos meses acerca de su estatus, aunque no puede asegurarse que sus proclamas vayan más allá del «kayfabe». Como último indicio potencial, este fue el más reciente tuit de Starks.
We’ll get there, y’all
— Ricky Starks (@starkmanjones) September 5, 2022
«Llegaremos allí, todos»
