Cuando Francis Ngannou peleó por el título de peso pesado de UFC por primera vez en 2018, tuvo todo el impulso del mundo. Estaba invicto en el octágono con seis victorias consecutivas, incluido un brutal nocaut con un uppercut contra el ex contendiente al título Alistair Overeem, que lo ayudó a ganar la oportunidad contra el entonces campeón Stipe Miocic.
De cara a la pelea, Ngannou era un favorito considerable según los creadores de probabilidades, y toda la charla previa al evento esencialmente hablaba de él como si ya hubiera ganado el título.
Entonces la pelea realmente sucedió. Esa noche, Ngannou pasó la mayor parte de los 25 minutos de espaldas o se quedó de rodillas comiendo golpes de Miocic, quien lo castigó absolutamente durante cinco rondas antes de ganar una decisión unánime desequilibrada. El previamente invencible Ngannou finalmente parecía humano, y la decepción se apoderó de su rostro mientras veía el título envuelto alrededor de la cintura de Miocic.
La segunda no será igual
Mirando hacia atrás ahora, Ngannou felicita a Miocic por un trabajo bien hecho, pero también es una pelea para él incluso ver esa actuación mientras se prepara para la revancha.
«Obviamente, no le estoy quitando crédito a Stipe, él fue el mejor peleador esa noche, pero cuando miro esa pelea, no me reconozco. Incluso la forma en que peleo, la forma en que me apresuro, ese tipo se parecía a mí, pero no reconozco ese estilo».
“Además, cometí muchos errores antes de esa pelea. Ni siquiera yo estaba allí. Ni siquiera tuve emoción en esa pelea. No lo sé. Simplemente estaba allí, una falta de emoción. Esta vez las cosas serán diferentes. Tuve suficiente tiempo, mi equipo y yo hicimos todo bien, y creo que va a estar bien”.
Después de una actuación más extraña contra Derrick Lewis que contó como su segunda derrota consecutiva, Ngannou enderezó el barco después de que comenzó a trabajar a tiempo completo con entrenadores de Xtreme Couture en Las Vegas.
En sus últimas cuatro peleas, el feroz especialista en nocauts ha terminado con dos ex campeones de UFC y dos contendientes más importantes mientras pasa menos de tres minutos en total en la jaula con ellos.
Más importante aún, Ngannou ha abordado las deficiencias que lo acosaron contra Miocic la primera vez, que incluyeron dificultades para detener el derribo y un tanque de gasolina que se estaba agotando cuando llegó a las rondas del campeonato.
«Hay diferencias en todos los aspectos. Recuerdo que antes de esa pelea, estaba pensando en cómo se siente pelear una pelea de cinco asaltos. Tenía muchas preguntas sin respuesta. No tenía ninguna experiencia en eso. Incluso si perdí esa noche, volví, había una parte de mí que no estaba feliz pero satisfecha por el hecho de que puedo hacerlo. Si lo hago bien, puedo llegar allí.
“Ya no tengo esa preocupación. Esta vez tuve una mejor preparación y tengo esa experiencia. Puse un buen trabajo en mi lucha libre, jiu-jitsu, incluso golpeando, así que creo que en cuanto a habilidad, he mejorado mucho y todavía tengo muchos lugares para moverme en este deporte. Puede que tenga 34 años, pero creo que soy muy joven en este deporte y tengo muchos lugares para crecer ”.