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A lo largo de la historia de la lucha libre ha habido varias ocasiones donde los aficionados han traspasado la cuarta pared, esa zona imaginaria que divide el accionar de los gladiadores con la zona de los espectadores queriendo volverse protagonistas, citemos dos casos que son muy recordados en el universo digital, aquella vez que el ídolo mexicano LA Park fue zarandeado feamente de la máscara por un señor en evidente estado etílico en la Arena Coliseo de Monterrey:
O para los familiarizados con WWE, aquella ocasión en los noventas que Stone Cold Steve Austin enfrentaba a Triple H en Alemania y de la nada un aficionado quiso entrar a atacar a Austin, pero sorpresa, Triple H y el réferi Mike Chioda entran con furia a atacar al intruso de manera épica:
Hay otros casos también documentados de cuando las agresiones traspasan las palabras y los luchadores toman venganzas épicas, como lo que adoptó la mamá de Paige, Saraya Knight, hace unos meses en Inglaterra.
Pero hay ocasiones en que el luchador queda muy por debajo de lo que se podría considerar profesional y pierde la cabeza al no soportar los gritos de los aficionados como lo que pasó el pasado fin de semana, precisamente en Inglaterra en la empresa Big League Wrestling, cuando el gladiador Ken Anderson (antes conocido como Mr. Kennedy en WWE) terminó muy molesto con un aficionado de primera fila y lo encaró.
Quizá si hubiera sido otra situación no resultara polémica, sin embargo el aficionado en cuestión es una persona pequeña, después de los insultos el gladiador pasó a las manos y levantó al pequeño para meterlo al ring. Ya adentró, el gladiador simuló hacer las paces con el aficionado y hasta pidió al fotógrafo de ring que les sacaran una imagen. Pero tras esto embistió al pequeñín con una Sweet Chin Music que hubiera hecho ver mal al propio Shawn Michaels.
El video fue subido por la empresa y de inmediato a causado polémica en las redes sociales, sugerimos discreción.
https://twitter.com/GoBigLeague/status/839559050526339072