La última vez que lo vimos sobre un ring de lucha libre fue ahora hace un lustro. CM Punk se despidió de WWE y de esta disciplina abruptamente en el PPV Royal Rumble 2014. Un profundo descontento con el Imperio McMahon lo llevó a «desenamorarse» del noble arte del pancracio, en palabras de su examigo Colt Cabana. Por eso reportar a estas alturas de película que Punk volvió a calzarse las botas dejó al equipo de Superluchas bastante perplejos, pese a resultar un brevísimo cameo de incógnito. Y según informa hoy Wrestling Inc, este «regreso» tenía un plan original algo distinto.
He aquí lo escrito por Nick Hausman.
«Wrestling Inc. ha podido saber que en algún momento, el plan era que Punk se quitara la máscara después de aplicar el GTS. Esto no sucedió, obviamente, y Punk se marchó todavía con la máscara todavía puesta. También nos han contado que Punk esperó en su coche fuera del recinto antes de hacer su aparición y se marchó inmediatamente«.
Algunos medios ya se atreven a decir que «Best In The World» decidió hacer tal implicación debido a que su carrera en las MMA no es exitosa. Sugiriendo, por consiguiente, que podría suponer la chispa que prenda un potencial retorno a la lucha libre. Pero como venimos recordando en Superluchas, Punk nunca descartó hacer alguna que otra colaboración especial en modo «ninja». Sin que implique que vaya más allá en sus pretensiones. Les recuerdo unas palabras que concedió a ESPN en 2016.
«Nunca se sabe, podría aparecer en algún lado. Deja que te lo explique mejor. No será televisado, será yo ataviado como un jod*** ninja, luchando con algún colega, y sin que nadie se entere«.
Y según Fightful, la del viernes no habría sido la primera vez. La pregunta es si será la última. Con el revuelo causado, probablemente ya se reduzcan las opciones de un nuevo episodio. Porque si un misterioso enmascarado en algún show independiente aplica un GTS de aquí en adelante, la gente señalará a Punk. ¿No es lo que buscaba el ex-Campeón WWE? Seguir en boga de los fans, pero a su manera.