Cada cuatro años llega el evento más monumental que el mundo haya visto a lo largo de su historia: el Mundial de fútbol, un torneo en el que los mejores jugadores de cada país son seleccionados para definir a la mejor nación del globo, y donde el mundo entero se concentra en un mismo lugar para alentar a los suyos. Semejante suceso atrae la mirada de propios y extraños, e incluso logra que muchos de nosotros desviemos un tanto nuestra atención de la lucha libre para posarla en las canchas (no es para menos,¡es como una WrestleMania de un mes!).

Por eso, en base a la Copa que está transcurriendo en estos momentos, intentaremos hacer un divertido juego donde mezclaremos un poco a ambos mundos (el del fútbol y la lucha profesional) y les traeremos lo mejor que cada país ha producido con el tiempo. Para ello nosotros haremos de seleccionadores, aunque serán ustedes los jueces que decidirán cuál será el mejor equipo.

«A partir de la década de los 80, la lucha profesional estadounidense comenzó a alcanzar números nunca antes vistos, convirtiéndose en un fenómeno internacional con la expansión de WWE. A lo largo de los 90, logró puntos altos tanto en espectadores como en éxito financiero en un momento de competencia feroz entre WWE, WCW y ECW. La naturaleza de la lucha cambió drásticamente para adaptarse mejor a la televisión, mejorando los rasgos de los personajes y las historias. La televisión también ayudó a muchos luchadores a irrumpir en los medios de comunicación, tornándose celebridades influyentes e iconos de la cultura popular.»

— Wikipedia

El Once Ideal

Hulk Hogan (c): Hay un antes y un después en la historia de la lucha libre mundial; el antes sin Hulk Hogan y el después con Hulk Hogan. De la mano de Vince McMahon, el rubio fue el artífice de llevar al «deporte entretenimiento» a un nivel nacional, cuando toda su historia no pasó más allá de cada territorio. Se dice que durante el apogeo de los 80, con el Hulkster arrasando como el héroe americano de las masas, era incluso más conocido que el mismo Presidente de los Estados Unidos. Su renovado personaje rudo en WCW durante los 90 demostró que podía ser mucho más que un gran chico bueno: el Inmortal.

The Rock: Probablemente el gladiador más popular de todos los tiempos gracias a su éxito en la pantalla grande, The Rock demostró ser una de las estrellas más carismáticas de siempre. Pocos supieron meterse al público en el bolsillo tan bien como lo hizo «El Electrificante», con más frases célebres que todos los de este listado juntos y una personalidad más grande que muchos de ellos; fue el entertainer definitivo. Al lado de esto, sus logros fueron lo de menos. Y ojo, que no fueron pocos.

Randy Savage: La Macho Madness no llegó a más por el simple hecho de estar en la misma época que su ami-enemigo Hogan, pues sumada a su enorme carisma y sus grandes promos, Savage fue uno de los más magníficos que alguna vez se pusieron un par de botas en cuanto a técnica, dejando la que para muchos fue la más grande demostración sobre las doce cuerdas contra Ricky Steamboat en WrestleMania III. Pocos fueron tan completos como él, siendo quizá su altura su mayor hándicap (a los ojos de McMahon). No importó a los ojos de los aficionados, y eso es lo más importante.

Stone Cold: Si Messi y Cristiano Ronaldo estuviesen en el mismo equipo, por dar un ejemplo contemporáneo, entonces sería una situación similar a la presente. Escoger uno entre Stone Cold y el Hulkster es más bien subjetivo, ya que sus contribuciones fueron equitativas desde diversos puntos de vista. Porque si el «Real Americano» fue quien construyó el imperio, Steve Austin fue el que lo perfeccionó. Entonces, ¿quién tiene más mérito? Por eso digo y repito, resulta subjetivo.

John Cena: También, el de las dieciséis conquistas cuenta con los medios para entrar en la disputa por la corona máxima. Y en su favor, vale subrayar que el tiempo que le tocó liderar la grande del entretenimiento fue mucho más extenso e ininterrumpido que el de los otros dos protagonistas. En cuanto a palmarés, fue el que más ganó. Con los niños, no hubo otro como él. De hecho, estrictamente como rostro de la compañía, y con esto me refiero a participaciones caritativas y mensajes inspiracionales, hizo un trabajo muy superior. Todos esos son factores que llevan a algunos a inclinar la balanza a su lado. ¿Ustedes qué opinan?

Lou Thesz: Toca ir más atrás en el tiempo y referirnos a una leyenda con todas las de la palabra. Como luchador fue diez puntos; inventor de movimientos habituales como el Powerbomb, el STF, el German Suplex o el Lou Thesz Press. En cuanto a sus logros, pues ya a sus 21 años contaba con el Campeonato Mundial AWA (siendo hasta la fecha el Campeón Mundial más joven de la historia). Dos años después, a los 23, recolectaba su segundo título Mundial, esta vez de la prestigiosa NWA, que conquistaría en otras dos ocasiones. Más adelante sería promotor, mánager, comentarista y entrenador.

Ric Flair: Para un gran sector de la afición conocedora, el mejor luchador de todos los tiempos. Para casi todos, el más grande rudo que alguna vez se subió a un cuadrilátero. Y es que como el «Jugador más Sucio del Juego», Flair dejó en evidencia que pocos podían hacerle justicia a la hora de interpretar al chico malo, haciéndose odiar como pocos y sacando a palestra las herramientas más inmorales con el fin de salir triunfante en toda oportunidad. La combinación de su psicología y técnica entre las doce cuerdas y su intachable carisma fue en definitiva lo que hizo de Ric Flair, Ric Flair.

Shawn Michaels: Y en la misma línea del «Nature Boy» seguimos con el «Chico Rompecorazones». Porque, a decir verdad, si hiciera un copy y paste de uno al otro, sería como el típico encuentra las cinco diferencias. Michaels, en cambio, tuvo más éxito en el imperio McMahon, co-fundando uno de los grupos más trascendentes en D-Generation X e incluso siendo la cara principal de la empresa durante parte de los 90. Convengamos que el oro ganado no hizo justicia a su renombre, mas poco ha de importar ello, ya que su carrera fue una de las más legendarias por años luz de distancia.

Terry Funk: «El Hombre de los Mil Retiros» es más recordado por los más contemporáneos como aquel gladiador sin límites que iba demasiado lejos incluso en la ECW, y gran parte de su legado será ese, pues pocos gladiadores de todo el mundo y de todas las épocas fueron tan extremos como el bueno de Terry. Pero también está la otra cara de Funk, porque durante su juventud fue una de los piezas más importantes en tiempos de los territorios, fuese haciendo pareja con su hermano Dory Jr., o por su cuenta, contando con uno de los reinados más recordados como Campeón Mundial NWA. Recorrió todo lo que había por recorrer y dejó una huella allí donde fue.

Verne Gagne: Haber, ¿por dónde empezamos? Verne Gagne fue tan grande como ejecutivo que como luchador. Durante treinta años, fue uno de los promotores más reputados del menú al mando de la promoción que él mismo fundó, la AWA, que abarcaba todo el Medio Oeste de los Estados Unidos y parte de Canadá. Pero antes de forjar dicho estatus, también era uno de los más requeridos alrededor de todo el país. Diez coronaciones como Campeón Mundial AWA (incluyendo el segundo reinado mundial más largo después del de Bruno Sammartino en la industria) es prueba de ello.

The Undertaker: Es unánime: el del Undertaker es el mejor personaje que la lucha libre haya visto a lo largo de los tiempos. Y no lo digo yo, lo dicen los más grandes y experimentados. Pero así como hoy es visto como uno de los veteranos más respetados, e incluso considerado por el mismísimo Vince como «la mejor Superestrella de la historia» (como por muchos otros), en manos de otro individuo que no fuese Mark Calaway podría haber sido un proyecto de corta vida y, probablemente, hubiese sido visto como demasiado extravagante. Pero afortunadamente, no podría haber recaído en mejor lugar. ¿Cómo explican sino que ya han pasado 28 años y todavía lo sigamos pidiendo?

El Entrenador

Vince K. McMahon: Sin discusión, el más grande promotor de todos los tiempos. Fue el responsable principal de llevar a la lucha libre profesional al panorama internacional. McMahon fue un verdadero visionario, un genio que innovó a la industria como la conocíamos para convertirla en un monstruo mucho más grande de lo que cualquier otro individuo hubiera podido hacer. Y aunque no siempre exento de la polémica, fue el responsable de añadir el aspecto de entretenimiento, una movida clave para lograr semejante crecimiento, originando un fenómeno que excede a la industria en sí.

¿Qué opinan de la selección estadounidense de lucha libre? ¿Están de acuerdo con los once escogidos? ¿Añadirían a alguien, quitarían a otro? ¿Quiénes querían en la banca? Siéntanse libres de seleccionar a sus gladiadores favoritos.

LA LUCHA SIGUE...

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