Por Darkangelita.
Aunque con poco reconocimiento, las mujeres representan con mayor dignidad y presencia a los países hispanoparlantes que los varones. Salvo el caso de Cuba, donde sus luchadores han marcado reinados durables en las diferentes divisiones tanto en grecorromana como en libre, los demás países de habla española poco o mejor dicho nada han aportado en este deporte en cuestión de medallas desde 1950. Han sido las mujeres las que se han responsabilizado en dar orgullo y honor a sus países, y de paso a todos los que compartimos el español como lengua materna.
Las dos primeras ediciones que incluyeron a la lucha femenina (1987 y 1989) no hubo medallas para competidoras de habla hispana, pero para el de 1990 en la fría Lulea, Suecia, recayó en la argentina Laura Alejandra Martínez quien consiguió el bronce en la división de los 70 kilos. Esta medalla ha sido la única que el país pampero tiene registrada en su haber en todas las ediciones del Mundial de Lucha.
También en esa edición comenzó a tomar importancia Venezuela, quien ha tenido grandes luchadoras, Olga Lugo Guardia fue la primera al obtener plata en la división de 57 kilos, un año después, en 1991, se sacó la espina y conquistó el oro en el Mundial de Tokio y en el 93 en Noruega, obtuvo plata. También en 1991 en la capital japonesa obtuvieron dos bronces para Venezuela Mirna Martínez (70 kg.) y Wendy Yzaguirre (53 kg.). En 1992, en Lyon, Francia, Wendy alcanzó la gloria al ganar su división; la nativa de Carabobo, Venezuela, Xiomara Guevara también conquistó el oro en los 70 kg.; Wendy sumó más medallas en los siguientes eventos: en el 93 y en el 95 al conseguir bronce en ambos eventos. Otra gladiadora venezolana que logró metal precioso en un mundial es Gyula Pérez quien en Moscú en el 95 consiguió la plata en los 50 kg. La última joya de la lucha venezolana ha sido Mayelis Caripa, quien en el 2007 consiguió el bronce en la división mínima de la especialidad.
Mabel Fonseca hizo vibrar a los puertorriqueños al ganar el bronce en el Mundial de 2002 en Grecia, y de cara a los Juegos Olímpicos de Atenas se tenían muchas esperanzas en ella, terminó en quinto lugar, pero unos días después se dieron los resultados de sus exámenes antidoping dando positivo para estanozolol, manchando el resto de su carrera deportiva.
Una generación de luchadoras españolas han dado grandes resultados en los torneos internacionales, la cosecha en los mundiales comenzó con Minerva Montero, quien en Cantón, China, en 2006 se colgó el bronce en 55 kg. Para 2009 Maider Unda comenzó a tomar presencia en los torneos mundiales al llegar al tercer lugar en los 72 kg. Y en la actualidad es la que se proyecta con mayores posibilidades para este Campeonato Mundial, como ya anticipé.
Mención especial merecen Tatiana Padilla, Patricia Miranda y Elisabeth Garcia, las dos primeras defendiendo la bandera de los Estados Unidos y la tercera por Noruega han ganado varias medallas en diversos eventos y que con gusto han mostrado sus raíces latinas.
Para este LIII Mundial pocas son las posibilidades claras de medalla por parte de las hispanoparlantes. Salvo Maider Unda las demás rankeadas tendrán que estar inspiradas a la hora de saltar al tapiz. Cuba ha invertido especial atención a la categoría y manda a tres medallistas panamericanas: Lisset Hecheverría (en la misma categoría que Unda), Katherine Vidiaux (plata en los 63 kg.), y Yaqueline Estornel (oro en los 59 kg.), la FILA siembra también como 14 en los 63 kg. a la colombiana Jackeline Renteria, sin embargo sería muy difícil tener esperanzas.
¡CAMEL TOE!