En algunos de los casos en los que se programan peleas titulares dentro de UFC no tiene mucho que ver la clasificación del peleador contendiente, sino más bien cual es el interés que genera que se enfrente al monarca. Este es el caso de Conor McGregor, pero también de muchos otros.
Pero lo cierto es que también hay ocasiones en las que un peleador sí que se merece la oportunidad de pelear por el título, habiendo derrotado a los mejores de la división, lo único que le queda es enfrentar al Campeón. Este es el caso de Yoel Romero. El cubano consiguió derrotar a Chris Weidman en UFC 205, y todo parece indicar que será el próximo en competir por el título de 185 libras.
El propio presidente Dana White afirmó durante la conferencia posterior al evento, que recoge el medio MMA Fighting, que los dos se enfrentarán porque es la pelea que tiene sentido después de lo sucedido, aunque todavía no está claro cuando. Ciertamente, no será este año 2016, por lo que podría ser a principios de 2017.
Y es que Yoel Romero tiene una racha de ocho victorias sin haber perdido desde el año 2011, la cual fue la única derrota en toda su carrera profesional. En sus más recientes enfrentamientos consiguió vencer a Chris Weidman, ex monarca de la división, y Ronaldo «Jacaré» Souza, uno de los contendientes más importantes. Únicamente le quedaría el también ex monarca Luke Rockhold, pero realmente se merece pelear por el título.
Durante la entrevista posterior a la pelea el propio Michael Bisping aceptó el desafío, por lo que todo parece indicar que se enfrentarán en 2017. Será la segunda vez que el peleador británico ponga su título en juego, y ante un peleador muy peligroso, muy agresivo, aunque también muy paciente y estratégico. Será una de las peleas más importantes en la carrera del Campeón, así mismo en la carrera del contendiente.