Ni Reigns vs. Strowman ni Cena vs. Taker; Roman Reigns vs. The Undertaker es el combate que Vince McMahon quiere para WrestleMania 33. Y ya tuvimos los primeros indicios de esta contienda en la Batalla Campal, cuando «El Emperador Romano» eliminó a «El Hombre Muerto» y obtuvo como respuesta una mirada desafiante que mucho pudo haber dicho de las intenciones del de Death Valley.
No tuvimos noticias de esta rivalidad en el último episodio de Monday Night Raw puesto que el ex Shield todavía no finiquitó sus asuntos con Braun Strowman y no se espera que lo haga hasta WWE Fastlane, última cita de los de rojo antes de la gran parada del 2 de abril. Luego del PPV, se estima, se harán realidad los deseos de McMahon.
El mandamás es consciente del riesgo que conllevaría proceder con esta rivalidad, en el sentido de que no favorecerá en absoluto a Reigns a la hora de intentar revertir la negativa de los aficionados hacia su personaje —o mejor dicho, personaje—. Por tal motivo, muchos encontraron lógico un cambio a rudo para el samoano, entre ellos el miembro del Salón de la Fama WWE Jim Ross, pero eso no pasa por la mente de McMahon, cuyo único objetivo es el de llevar a cabo un combate que posiblemente no pueda ocurrir en otra ocasión dado el pésimo estado físico del Undertaker.
Todo gira alrededor del deseo de McMahon, deseo que viene de mucho tiempo atrás y que es aún más fuerte que el combate de ensueño entre Taker y Cena, y es que la idea de los oficiales es pensar a largo plazo. Teniendo en cuenta esto último, el Wrestling Observer especula con que esta oportunidad sirva para que Reigns reciba un «pase de antorcha» y marque el 2 en el 23. No caben dudas de que es un detalle para pensárselo dos veces, pues un suceso como este alentaría a los aficionados a terminar por hacerle la cruz al de Florida.
A pesar de que se habló de hacer de Seth Rollins la principal cara de la compañía en su momento y dudó del «experimento Reigns» tras haber dado positivo en la prueba de antidopaje —relegándolo así a la parte media del cartel—, lo cierto es que hoy sigue patente la idea de que éste termine siendo «el próximo John Cena». En cuanto a Taker, hoy más que nunca podemos decir que su retiro está muy cerca, ya que requiere urgentemente de un reemplazo de cadera y eso significaría el retiro… Vince McMahon lo sabe.