Pese a haber recibido el alta médica y ser autorizado para volver a luchar, tal parece que Corey Graves no tiene pensado volver a los cuadriláteros con WWE.
Esta semana se reveló que después de ocho años, los médicos de la empresa le dieron luz verde a Graves para volver a la actividad, después de sufrir una conmoción cerebral, la cual tuvo que alejarlo del deporte.
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“Corey Graves fue dado de alta por los médicos de la WWE en 2020. La esencia es que los médicos de la WWE descartaron que Graves tuviera contacto físico, debido a un problema posterior a la conmoción cerebral en 2014 y se retiró en ese momento. Luego fue nombrado locutor de NXT y lo hizo lo suficientemente bien como para ser visto como el tipo principal del comentario de color en el elenco principal durante años. Obviamente, si bien puede volver a luchar, no lo hará”, comentó Dave Meltzer del Wrestling Observer.
Tal parece que al ahora comentarista le ha agradado su posición actual, por lo que si llegara a subir al ring sería en algo especial, incluso se rumora que podría ser ser parte del Royal Rumble.
El mismo Booker T sugirió a Graves que no luchara, pues en 2014 una conmoción cerebral lo dejó con secuelas, por lo que se le impidió volver a participar en los combates. Para el integrante del Salón de la Fama le pidió que no se arriesgara.
La última actividad de Corey Graves en cuestión de lucha fue cuando consiguió el Campeonato 24/7 al quitárselo a Akira Tozawa, aunque lo perdió el mismo día ante Byron Saxton.