Por Gladys Trujillo
Leonardo «Chimy» Morales fue el único peleador latinoamericano, de los comandados por Fabricio Werdum, que logró trascender y colocarse en una final dentro del histórico evento UFC 180 que se realizará en la ciudad de México el próximo 15 de noviembre.
De todos, fue el más callado. Casi indiferente con el resto de su compañeros, que en realidad ra más concentración que otra cosa. Cuando le tocó enfrentar a Masio Fullen en su pelea preliminar, nadie en su equipo supo decir bien las cualidades de Leonardo o las posibilidades que le veían de ganar.
Sin embargo, en el momento en que conectó a Fullen con una patada a la cara que lo mandó a la lona, Morales se convirtió en una opción sólida del equipo Werdum de pasar a la final.
Sucede entonces que en la final se topó con Gabriel Benítez y le sacó la ventaja, tal vez un tanto exagerada por parte de uno de los jueces pero ventaja al fin que le dio el pase a la final (valga la redundancia).
Y va contra otro igual de serio que él, igual de joven e igual de talentoso (además de local): Yair «Pantera» Rodríguez.
-Mi logro es para Nicaragua. Significa un gran orgullo para mí que mi país me apoye y así poder representarlo con todo el amor que le tengo. Demostré que tal vez no tengamos las mejores técnicas pero somos unos guerreros.- comentó «Chimy».
Y sus dos peleas dan muestra de ello. La pelea que hizo contra Masio Fullen fue una estrategia perfecta, sin embargo, no tuvo la misma efectividad y se le dificultó la decisión sobre «Moggly» Benítez. Aunque casi cae en los enganches de Benítez, optó por mantener la distancia en todo momento y conectar cuando Gabriel quedara expuesto.
-Mi táctica fue la de mantener la distancia, contragolpear y hacer que mi oponente fallara. Sabía que no me tenía que quedar como un blanco fijo.- prueba superada para Morales.
La final de peso pluma será impactante, literalmente. Ambos ponchadores, de buena técnica con las piernas y que además, no le temen a la pelea en corto.
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