Durante los últimos tres años, Belal Muhammad ha estado pidiendo una revancha contra Leon Edwards. Finalmente cumple su deseo cuando desafíe a Edwards por el título de peso welter en el evento principal de UFC 304 el 27 de julio.
Inicialmente, Muhammad solo quería resolver algunos asuntos pendientes desde que se presentó como oponente con poca antelación para Edwards en un evento principal de UFC Fight Night en 2021. Esa noche, Muhammad sufrió un brutal golpe en el ojo que no le permitió continuar y la pelea fue declarada sin competencia.
Inmediatamente pidió retroceder, pero Edwards efectivamente ignoró las advertencias, apoyándose en su comienzo dominante de la pelea y sin ver ninguna razón para aceptar una revancha. Desde esa noche, ninguno de los peleadores ha probado la derrota y Muhammad cree que Edwards cometió un error al esperar tanto tiempo para la revancha, ahora con su oro de peso welter en juego.
«Este fue literalmente el mayor error de su vida. Incluso alargando esta pelea el mayor tiempo posible porque estoy mejorando cada día. No soy un tipo que se queda fuera del gimnasio. Estamos creciendo. Ahora tienes un chico que te ha estado observando durante todo un año. Incluso cuando entrené para el rol de respaldo, les mostraré mensajes de texto en los que les envié [mensajes] a mis hijos como: ‘¿Podemos estudiar cine?’ Yo diría: «Sólo estoy analizando una película sobre León». Realmente no me importa Colby. Colby es una pelea fácil.
“Así que todo el tiempo analizamos la película sobre León y lo tomamos como un campamento completo. Ahora tienes campamentos consecutivos por tu cuenta. Estoy desarrollando mis propias habilidades para tus debilidades. Así que lo peor que pudiste haber hecho fue darme tiempo. Lo peor que pudiste haber hecho fue [darme] tiempo extra. Deberías haberme llevado en ese entonces”.
Mientras estudiaba a Edwards con la esperanza de ganarse la revancha, Muhammad llegó a conocer bastante bien al veterano de UFC de 32 años. Comenzó a reconocer tendencias y hábitos en su estilo de lucha, especialmente cuando se estaba preparando para oponentes con mucho agarre como Kamaru Usman o Colby Covington .
«Tiene una mentalidad débil. No es lo suficientemente fuerte como para entrar y resolverlo por sí solo. Una vez que comienza a ponerse de pie, comienza a romperse. Una vez que comienza a ser derribado, comienza a romperse. Una vez que empieza a recibir golpes, lo odia.
“En sus últimas dos peleas, ha sido más bien: ‘Déjame quedarme afuera, déjame mantener el ritmo como a mí me gusta’, y Colby le permitió mantener el ritmo que a él le gustaba. Usman en esa tercera pelea le dejó mantener el ritmo en lo que le gustaba, le dejó mantener la distancia en lo que le gustaba, y cuando esté allí, no será eso en absoluto. Estaré frente a ti durante los 25 minutos completos”.