Becky Lynch habla de su depresión y sus problemas para entrar a WWE

Becky Lynch es una de las luchadoras más importantes del elenco principal de WWE. Es una de las principales responsables de la Evolución Femenil. Ha protagonizado muchas grandes luchas y fue la primera Campeona SmackDown. Podemos decir sin exagerar que la irlandesa tiene una carrera exitosa en la lucha libre.

Sin embargo, no siempre fue así. Antes de su llegada a la empresa estuvo trabajando en algunas compañías tanto en América como en Europa. Durante una reciente entrevista con Conversations with Maria Menounos, «The Irish Lass Kicker» hablaba sobre haber pasado por una depresión antes de llegar a NXT.

«Estaba entrando en una depresión por falta de confianza en mí misma. La falta de confianza puede ser tan perjudicial para cualquier persona en cualquier campo. Simplemente dejan a un lado todo porque no creen en sí mismos. Eso es algo en lo que he tenido que trabajar durante muchos años; pero salí de ese mal momento con la suerte de haber sido bendecida y poder entrar en WWE y NXT. Si no hubiera sido porque Dusty Rhodes creyó en mí, no estaría aquí«.

Es asombrosa la cantidad de talentos de la empresa que nombran a Dusty Rhodes como su gran apoyo en la marca amarilla. No cabe duda de que «The American Dream» hizo un trabajo magnífico durante toda su vida en la lucha libre.

WWE

Pero los buenos tiempos no llegaron tan pronto como firmó con la empresa, pues no fue fácil adaptarse a WWE. Durante la entrevista, la luchadora cuenta los problemas físicos que tuvo por preocuparse demasiado por su cuerpo.

«Empecé a hacer dieta. Recuerdo haber oído de una mujer que dijo: ‘No quieren chicas como nosotras. Quieren que sean muy delgadas’. En ese momento todas eran modelos, deslumbrantes y lucían fenomenales. Pensé: ‘Si pareciera un modelo de fitness, tal vez tendría más oportunidades de ser contratada’. Así que por eso me metí en el fisicoculturismo. Y, por supuesto, no lo hice correctamente. Realmente no sabía lo que estaba haciendo. Simplemente bajé demasiado de peso y no tenía energía. Y con eso cambia tu estado de ánimo y todo se estropea. El entusiasmo y la pasión que tenía por la lucha se perdieron. Yo estaba como: ‘¿estoy perdiendo el tiempo?'».

Afortunadamente, tanto para ella misma como para los aficionados que disfrutamos de su talento, pudo salir adelante convertirse en una gran luchadora. También comenta que no puede creerse como siendo joven era tan escéptica, que ahora no es así. Quizá tuvo que vivir todo eso para ser quién es hoy.

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