A medida que nos vamos acercando al fin de semana más se pone el foco en una de las Superestrellas llamadas a protagonizar uno de las mejores luchas en Hell in a Cell, Roman Reigns. En este caso ha sido Arn Anderson, que le conoce muy bien de su paso por WWE, quien ha comentado en su The Arn Anderson Show, acerca del nuevo papel de la Superestrella de SmackDown desde que se ha pasado al lado rudo con Paul Heyman.
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► Siendo él mismo no habrá quien le pare
«Bueno, ya lo he dicho antes, Roman Reigns tenía que haber sido rudo desde el primer día que apareció con The Shield, desde el día en que Triple H le contrató. No tenía que haber sido otra cosa más que la bestia samoana que hubiera destrozado a todo aquel se interponía en su camino. Él es así y ahora vamos a ver sus mejores actuaciones porque le han permitido que sea él mismo.
«Poner en su boca cosas que nunca diría y hacer ser alguien que no era iba en su contra pero ahora que le han permitido ser él mismo creo que vamos a ver a un Reigns muy diferente. Está clarísimo que tenía que haber sido así desde el primer día. Paul Heyman es también un tipo que, aunque no caiga bien a algunos detrás de las cortinas, sí que se le aprecian sus promos y la manera de levantar expectación antes de las luchas.
«Paul tiene muchas habilidades y es historia de este negocio. Creo que es una figura fácil de odiar y eso va a ayudar mucho a Roman Reigns«
► La peor lucha de su carrera
«Quizás la lucha de Renegade en Great American Bash 1995. Simplemente apestó y no pude hacer nada para evitarlo. No empezó bien y enseguida supe que no iba a ir a mejor; lo siento por la fanaticada porque se dieron cuenta muy pronto que la lucha daba asco y siento no haber sido capaz de arreglarla o hacerla presentable».
► Ser luchador profesional
«No me arrepiento de nada, he disfrutado de mi tiempo en el ring y sé que de alguna manera estaba bendecido para hacer lo que he hecho a lo largo de mi carrera. Es todo lo que soñé cuando era niño y se ha hecho realidad. He sido capaz de llevar acabo un sueño y he podido hacerlo durante un largo tiempo.
«No quise ser bombero, ni doctor, ni abogado o presidente. No quise ser ninguna de esas cosas con la que los niños sueñan de pequeño. Siempre quise ser luchador profesional y es lo único que recuerdo desde los 8 años. Nunca perdía el tiempo y entrenaba cada vez que podía. Tienes que hacerlo así porque quizás tu sueño algún día se cumpla».