Hasta hace un par de años, resultaba utópico pensar que el talentoso Kevin Steen formaría parte de la WWE. Con la llegada de NXT, la visión a futuro de la compañía evolucionó poco a poco, y el plan de desarrollo de nuevos luchadores permitió la contratación de los máximos exponentes de la lucha libre profesional a nivel independiente, como Sami Zayn y Finn Balor, entre otros. La llegada de Kevin Owens a NXT estuvo llena de agresividad y acción estelar, al atacar al gran favorito y ponerse automáticamente en el reflector principal como un rudo odiado pero respetado. Kevin Owens pronto se ganó la oportunidad por el Campeonato de NXT y demostró su nivel coronándose monarca de la marca de desarrollo.
Diversos factores, entre ellos se dice, la lesión de Sami Zayn, permitieron a Owens aparecer pronto en el elenco principal de WWE, encarando a una de las máximas figuras de la empresa en los últimos años: John Cena. Para todos los que conocían a Owens, la historia era una fantasía vuelta realidad, pues Owens representaba y representa la calidad, mientras Cena no deja de evocar la mercadotecnia y todo lo que incluye la gran maquina publicitaria de WWE para la creación de grandes ídolos y favoritos. Una historia en la era de la realidad no podía contar otra cosa más que la verdad: un luchador de amplio talento dispuesto a demostrar en la máxima pantalla sus habilidades, y una estrella consolidada que tenía que llevar su talento al máximo para demostrar que existe un verdadero luchador escondido detrás de los comerciales, las películas y las figuras de acción. El resultado fue una exitosa serie de combates de primer nivel entre dos grandes luchadores. Kevin Owens sorprendió (así tenía que ser), ganando el primer encuentro; las cosas se nivelaron en un par de semanas con John Cena emparejando el marcador. La parte sorprendente y que pareciera carecer de explicación es lo que ocurrió con Kevin Owens después de ese punto.
En el evento Brock Lesnar: The Beast in the East, Finn Balor ganó por primera vez el campeonato de NXT al vencer a Owens en una de las mejores luchas de la historia de NXT. Balor se lo merecía y a Owens le venía bien desarraigarse del título, para poder volar a nuevos horizontes y poner en mente nuevos objetivos. Una rivalidad por el Campeonato de los Estados Unidos era excelente, pues para continuar con el aumento de prestigio para el título, un campeón como Owens era buena opción. El resultado fue catastrófico, pues Owens perdió vía rendición y su futuro desde ese momento se convirtió en incierto. No es monarca de NXT ni monarca en la WWE, ha pasado quizá al peligroso medio cartel que puede resultar el camino al olvido, como nuestro compañero Carlos Acosta ha señalado en su interesante nota.
Triple H, aún siendo criticado por muchas personas en cuanto a su personalidad en el manejo de la empresa, ha sido el verdadero padre de NXT y de estrellas como Kevin Owens. La contratación de Owens fue un éxito y sus primeros meses una maravilla. La realidad es que en el control de la empresa, Triple H no lo es todo, pues aún siendo el yerno de Vince McMahon, a nivel corporativo existen ejecutivos de alto rango, como lo es Kevin Dunn, Productor Ejecutivo, quien pareciera no estar contento con los «Chicos de Triple H».
Aún así, el reconocido periodista de lucha libre profesional, Dave Meltzer, comentó en su publicación que desde que Owens salió victorioso en Elimination Chamber, las ventas de mercancía de John Cena se vieron afectadas, hasta el punto de ser considerada la pérdida como significativa, lo cual no agradó. Meltzer comentó que sobre Owens existen algunas personas en la empresa que piensan que logrará el éxito, pero también algunas otras que piensan que no lo logrará. Los últimos aprovechan cualquier oportunidad para probar su razonamiento.
Dunn por su parte ha estado en boca de analistas del deporte que le atribuyen la poca promoción a luchadores que han salido de NXT, como el caso de Adam Rose, Bo Dallas, Emma, entre otros, de los cuales Paige es la única que ha logrado generar un verdadero impacto en la empresa. Actualmente hemos visto como los Lucha Dragons no han obtenido tantas oportunidades pese a merecerlas. Enterrar NXT pude ser una estrategia de conservación, pues con el impactante éxito de la filosofía Triple H, algunos tienen a pensar que Dunn podría pronto ser reemplazado.
Kevin Owens podría ser desafortunado al encontrarse en el medio de un conflicto de poder en el backstage de la empresa. Lo cierto es que al día de hoy se encuentra en la misma posición que Dolph Ziggler, Cesaro, Sheamus y Rusev y por debajo de John Cena, Randy Orton, Seth Rollins y muchos otros, pero definitivamente su talento y su afición serán pieza clave para definir el futuro éxito en la empresa. El talento le favorece, pero para permanecer en la cima del elenco principal de WWE, se necesita mucho más que eso.