Por Gladys Trujillo
Adrien Broner es conocido por el alarde que hace de sus bienes materiales, de su arrogancia, de sus declaraciones mordaces e inoportunas y porque en sus ratos libres, boxea.
A últimas fechas se ha dedicado a decir que Marcos Maidana le tiene miedo y que se niega a darle la revancha por aquel fatídico encuentro del 14 de diciembre de 2013, donde el «Chino» Maidana lo vapuleó y lo expuso. Además de que le quitó el invicto, el Título de Peso Welter de la Asociación Mundial de Boxeo y el reconocimiento de que sería el heredero de Mayweather.
Aun cuando es algo que no le gusta recordar, Adrien Broner aprendió una lección de la derrota. O al menos eso es lo que platica.
Broner también es conocido por los excesos y excentricidades de que es protagonista fuera del ring. Desde los consumos en restaurantes por los que no deja propina hasta las grandes fiestas y paseos en antros que acaban en disturbios. Cosas muy lejanas de la disciplina y enfoque que muchos otros boxeadores tienen.
Sin embargo, Broner considera que su enfoque de vida cambió una vez que conoció la derrota.
-Esa fue una de las peleas más divertidas en las que he estado. Lo juro, fue divertida. No puedo esperar a que suceda de nuevo. Esa pelea cambió mi vida para bien. Esa fue una pelea que no se suponía que yo perdiera. Él no me ganó. Me derroté a mí mismo en la pelea. Pude hacer las cosas diferentes y esa es la razón por la que cambié mi forma de ser. Estoy feliz de haber perdido en una etapa temprana de mi carrera porque todo se me había salido de las manos. Justo le decía a alguien el otro día que si hubiera ganado esa pelea, probablemente ahora estaría en la cárcel o muerto.- concluyó Broner.