El término ‘cool’ marcó las «Wednesday Night Wars», positivamente respecto a AEW y negativamente respecto a WWE, en un adjetivo que realmente hoy resulta clave a la hora de vender cualquier marca en pleno siglo XXI. AEW representaba y representa todavía lo nuevo, fresco y vanguardista, salpicado de cierta ideología progresista que acaba por concederle esa pátina de atrayente para el público posmoderno. Factores de lo que hoy carece WWE, con una imagen pública lastrada por su acuerdo con Arabia Saudita o sus recortes de personal.
Y Vince McMahon intentó combatir ese factor «cool» de AEW con lo más «cool» que en su momento disponía: NXT. Pero la marca dorada fracasó, y por tal derrota hoy ha acabado convertida en una suerte de espectáculo de variedades sin personalidad. Cambios provocados por AEW que Adam Cole comentó el pasado septiembre ante los micrófonos de Talk Is Jericho.
«Creo que, definitivamente, es una posibilidad. En una fase anterior a la existencia de AEW, NXT realmente se sentía ‘cool’. Hacíamos un TakeOver y se agotaba. 14 mil personas, la multitud rocanroleando toda la noche. Me recuerda mucho a como es AEW ahora.
«Las cosas cambiaron, obviamente, cuando llegó AEW, pues AEW se convirtió en la verdadera alternativa. Sin lugar a dudas, en los cambios dentro de NXT, o en los cambios en general dentro de WWE, AEW tiene que jugar un factor hasta cierto punto».
► Los fans, la salsa de la lucha libre
Más de dos meses después ya de su último combate sobre el Capitol Wrestling Center, Cole quiere dar crédito a NXT pese a quedar como la gran derrotada de aquella absurdo conflicto por los ratings, durante su intervención en el podcast #DORK.
«Ese elenco estaba repleto de buenos talentos. Tenías a muchos tipos talentosos que intentaban causar impresión e intentaban demostrar al mundo lo bueno que eran en el mayor escenario que habían estado. Eso creó una atmósfera apasionante. La audiencia en vivo que estaba allí, lo he dicho antes y creo que es una gran razón por la que AEW tiene tanto éxito, la gente que compra un boleto para ese show y acude quiere que el show sea bueno. Van con la intención de ‘este show se va a salir, no puedo esperar para ver esos combates’. Crea una atmósfera apasionante que no sólo crea esa magia entre la audiencia, sino crea una sensación diferente entre los luchadores también. Así, de alguna manera, se crea la magia. Al final, los fans veían NXT no como una pequeña pieza del engranaje, sino como una nueva marca que estaba empezando y de la que se sentían responsables de su crecimiento, lo que creo que es muy importante. El hecho de que el elenco seguía creciendo y seguía firmando a estrellas independientes, se sentían responsables por ese enorme crecimiento que hizo que NXT se convirtiera en la tercera marca legítima.
«AEW tiene esa misma clase de pasión en el sentido de que la gente se siente responsable del crecimiento de AEW en los dos últimos años, y lo son. El hecho de que los fans hagan tanto ruido y sean tan entusiastas y estén siempre listos para disfrutar los combates lo hace muy especial. Los fans son vitales».
