A Gilberto Ramírez no le tocó un rival que le permitiera lucirse y la opinión pública se lo hace saber.
Y es que normalmente Ramírez se ve poderoso y en control del ring. Aunque ante Roamer Angulo quedó claro que el «Zurdo» llevaba el mando, no fue su pelea más notable.
El estilo de Angulo fue accidentado y no manejó bien la distancia de su ataque, por lo que Gilberto le tenía ganado el terreno en la pelea.
Al «Zurdo» no le faltó ángulo para golpear, pero su volumen de golpeo no estuvo a la altura de otros combates.
También parecía que su usual dominio del ring estaba opacado por la falta de emoción en el combate.
Sí, Gilberto iba ganando, conectó los mejores golpes pero no se vio contundente.
Roamer se dedicó a sobrevivir, a no ser blanco fijo de Gilberto y a tratar de meterse en la guardia del «Zurdo», sin lo suficiente como para meterse al choque y proponer algo distinto de lo que estaba haciendo.
Así que teníamos a Gilberto sin material para trabajar y a Roamer en la búsqueda de un escape rápido que no involucraba el pelear a muerte (o al nocaut).
Entonces fue el campeón mexicano quien se vio forzado a buscar los medios para mantener la faena y llegar al cumplimiento del combate para reforzar su calidad de campeón.
La fortaleza de Angulo impidió que fuera noqueado, porque realmente no había manera de que el retador venciera.
Así se fueron 12 rounds en lo que el mexicano sobrellevó en sus hombros el combate para hacer lo necesario y quedarse con su campeonato.
El resultado no fue sorpresa: una decisión unánime a favor del Gilberto Ramírez, el aún campeón de peso supermedio de la Organización Mundial de Boxeo.Roamer Angulo