Yoel Romero es el peleador de peso mediano que más merece pelear por el título. Desde el año 2013 mantiene una racha de ocho victorias, habiendo derrotado a importantes veteranos como Tim Kennedy o Lyoto Machida, pero también a peleadores actuales como Jacaré Souza o el ex monarca Chris Weidman. Eso nadie lo puede negar.
Sin embargo, Georges St. Pierre ha pasado por encima suya en la pelea por el título a pesar de que lleva sin competir tres años. Pero, estos días el monarca Michael Bisping hizo unas sorprendentes declaraciones afirmando que si el canadiense no quiere pelear el próximo mes de julio, quizás la oportunidad la tenga el peleador cubano.
«Si quiere esperar hasta entonces ya puede ir buscando otro rival. La última palabra la tiene mi título. Soy el campeón, y no estoy dispuesto a sentarme a esperar hasta entonces. Que firme el maldito contrato. Es tan simple como eso. Si no está preparado entonces supongo que tendré que darle la oportunidad por el título a Yoel Romero».
Ahora es precisamente el peleador cubano quien habla de esta posibilidad.
I think @bisping will do as gsp wants. He doesn't have the heart nor the juevos to fight me. If he did he would fight me in July. #ynuevo https://t.co/AOy8wUU548
— Peoples Champ (@YoelRomeroMMA) March 28, 2017
Creo que Bisping hará lo que GSP quiera. No tiene ni el corazón ni los … para pelear contra mí. Podría haber peleado conmigo en julio.
Cuando el monarca comentaba que podría quitarle la oportunidad al título al actual contendiente mencionamos que es muy improbable teniendo en cuenta que no sólo depende de él, aunque él crea que sí, y teniendo en cuenta también que la compañía ya ha comenzado a promocionar la pelea, aunque todavía no tiene fecha.
Por otro lado, si realmente hubiera este cambio, quizás la pelea no sería tan emocionante, ni se vendería tan bien, pero no cabe duda de que sería totalmente justa de acuerdo a los méritos de cada peleador. Que no es que Georges St. Pierre no se lo merezca después de todo lo que ha hecho por el deporte. Realmente la culpa no es suya, sino de quien deja en la estacada toda una división por negocios.