WrestleMania 31: Seth Rollins ¿El triunfo del mal?

Seth Rollins ha sido el sorpresivo triunfador de la esperada WrestleMania 31, pese a perder en su combate contra Randy Orton, sin embargo pudo colarse al evento principal, canjeando su maletín de Money in the Bank, y derrotar a Roman Reigns, ante un Brock Lesnar azorado, cuando estos ya estaban prácticamente noqueados.

No es frecuente que el máximo triunfador de WrestleMania, el que se lleva la victoria en el combate estelar sea un rudo, un villano odiado por el público. De hecho cuesta mucho encontrar antecedentes en la historia de las WrestleManias. Esto puede deberse al estilo de lucha que la empresa pretende mostrar o a razones históricas, ya que los primeros eventos de su tipo se construyeron sobre la popularidad de Hulk Hogan, héroe al que el público no se cansaba de admirar.

Repasando la historia, solo en tres WrestleManias anteriores, la 16, la 17 y la 27 encontramos victorias rudas en la lucha estelar y todas ellas con su “razón de ser”. En las WrestleManias 2000, X-Seven, y XXVII. En la 16, también llamada WrestleMania 2000, Triple H se llevó la victoria, pero fue después atacado por el favorito del público, el “people champion”, The Rock, que se llevó los últimos aplausos. En la 17, considerada por algunos como la mejor WrestleMania de la historia, Steve Austin se volvió rudo, al ser ayudado por su antiguo archienemigo y patrón, Vince McMahon, para vencer así a The Rock, pero Stone Cold Steve Austin nunca fue un técnico clásico, sino más bien representó el modelo de antihéroe, que atacaba a unos o a otros según fueran los aires que soplaban en su barco, obteniendo el apoyo del público por su carisma, aunque empleara ocasionalmente tácticas de “villano”. La WrestleMania 17, además, se celebró en Texas, el estado natal de Steve Austin, y la mayor parte del público continuó aplaudiéndole, como héroe local, independientemente del cambio de bando.

En el caso de la WrestleMania 27, la victoria del rudo The Miz todavía es más relativa, pues el gran triunfador de la noche, más que él, fue The Rock, que era el anfitrión especial del evento y que intervino en el combate estelar para que John Cena, el técnico más odiado de la historia por los jóvenes que crecieron viéndolo madurar y convertirse en la antitesis de lo que ellos eran o ambicionaron ser a la hora de ser grandes, y querían que fuera derrotado.

En todas las demás ediciones la lucha estelar fue para un técnico, desde Hulk Hogan a Daniel Bryan, un consentido, un luchador querido por el público.

WrestleMania 31, ha representado para Seth Rollins, la oportunidad de virar el destino de la compañía. Ha sido el triunfador final sin ningún tipo de medias tintas. A pesar de ser rudo, la afición en el RAW post a WrestleMania lo recibió como un héroe. ¿Una anomalía en la historia de la vitrina de los inmortales o un cambio de rumbo para la compañía?

LA LUCHA SIGUE...
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