Quizá Fabricio Werdum escuchó entre las más de 45,000 personas que asistieron al evento UFC 198 que alguien le gritaba: Vai Cavalo!! (Vamos Caballo!! como le apodaban cuando jugaba fútbol en su natal Brasil) y fue, no una, sino dos, tres, cuatro, cinco, seis, y siete ocasiones lanzando golpes al aire, pero no solo eso, al tercer golpe lanzado al aire mientras perseguía al hoy Campeón Mundial de Peso Completo UFC, Stipe Miocic, el que peleaba como local en Brasil Fabricio Werdum recibió un tremendo puñetazo de mano derecha directo en la mandíbula, perfectamente medido, con el tiempo perfecto, con la fuerza que le sacudió las ideas, sin embargo, la necedad de acertar un golpe, la presión de la localía, las voces de tanta gente, o la presión de mantener a toda costa el cinturón de campeón que tanto le costó ganar, lo hizo ir al frente, otra vez, por un cuarto, quinto, sexto y séptimo golpe al aire, y ser recibido, otra vez, por el mismo puño derecho de Miocic, quien solo parecía contar pacientemente las combinaciones de Werdum y enfocaba una vez más la mandíbula para dar, más fuerte esta ocasión, el puñetazo de mano derecha que desconectó por completo al Brasileño que rebotaba la cara en la malla del octágono mientras caía sin meter las manos en la lona.
La derrota de Werdum, uno de los deportistas hoy por hoy más conocidos en brasil, tiene varios porqués, y ninguno dado como el de la razón absoluta.
Werdum perdió por una sencilla razón, persiguió a un boxeador como Miocic al ritmo en que su entrenador le muestra los cojines de golpeo, combinación predecible. Suena fácil ¿no?
Werdum no pudo con la presión de lo que tanto pidió, pelear en el evento UFC más grande realizado en Brasil ante más de 45,000 personas, escuchar los gritos de pasión cuando entraba rumbo al octágono, que el Cutman en turno para aplicarle vaselina en el rostro tuviera puesta la máscara con su «Happy Face» lo desconcentró, tan es así que estaba ansioso por subir al octágono y fue regresado en 3 ocasiones porque no terminaban la revisión de rutina.
El miedo a perderlo todo. Puede sonar extraño, pero, ¿que sucede cuando has luchado hasta la obsesión por lograr algo y cuando por fin lo obtienes te asalta el pánico por que te lo quiten? quizá ahora ésta resulte como la más acertada si nos detenemos a pensar en los extraños casos de la caída de los Brasileños, como Anderson Silva y el antes mejor Libra por Libra en UFC Jose Aldo.
Continuemos con este último:
Jose Aldo perdió en aquel UFC 194 ante Connor McGregor en tan solo 13 segundos. Sí, es molesto escucharlo todavía, pero, una vez más, si pisamos el lodoso terreno del miedo y recordamos que la pelea de Aldo y McGregor se pospuso y se llevaron largas jornadas de promoción que fue un largo vía crucis para Aldo siendo blanco de Bullying o acoso por un personaje que se puso como traje a la medida Conor McGregor.
Tan logró sacar de su eterna paciencia a Jose Aldo que un error inentendible para los espectadores de aquel evento fue cometido en tan solo el inicio de lo que ni siquiera puede llamarse pelea, pues se resume a un error y un golpe. Aldo Mide distancia con la Izquierda, FINTA con la derecha (revisando sus peleas el no finta en otras peleas con la mano derecha) y suelta el golpe con la izquierda mientras ya recibía, al igual que Werdum el golpe a la mandíbula que le apagaba las luces. De la misma forma se entregaba persiguiendo con tres golpes a su oponente y era cazado como un cojín de entrenamiento.
Y como dejar de lado a una de las estrellas más reconocidas por los fanáticos de las Artes Marciales Mixtas, Anderson Silva. Es otro Brasileño que viene de alcanzar lo más alto de la fama en éste deporte, fue quien se estableció como el más dominante en sus mejores momentos y que parecía no tener un rival que pudiera darle algo más que un número arriba en sus defensas del título, como su defensa de campeonato ante Forrest Griffin. Lo hizo ver tan fácil que se vislumbraba invencible.
Hasta que topó con Chris Weidman en UFC 162. Es el caso contrario de los dos Brasileños anteriores, en este caso Anderson hacía mofa de su oponente para sacarlo de concentración, y sin embargo, fue él quien la perdió bajando completamente los brazos retando a su oponente a que lo golpeara, Weidman tira una derecha que pasa cerca del rostro de Anderson, esa misma derecha la estira de nuevo de revés, y como Silva decide no moverse de su punto del eje que hacen sus piernas, no puede hacerse demasiado atrás ante el avance de una zurda de Weidman que da en la mandíbula de quien en ese momento dejaba de ser el campeón Mundial de los Pesos Medios UFC.
A partir de ahí «La Araña» como se le apoda en diferentes idiomas, se ha enrachado en una debacle de dos peleas perdidas ante Weidman, un No Contest ante Nick Diaz, y otra derrota más, con dudas y críticas ante Michael Bisping.
Puede que el ánimo de los fanáticos brasileños esté fracturado, o bien, que la posibilidad de ver perdido lo logrado esté pasando como antorcha olímpica entre los máximos referentes Brasileños en UFC.
¿Vendrán tiempos mejores o pasará la antorcha a otro campeón?
