En algunas notas se ha leído que Ronda Rousey comparte notas en Instagram donde deja mensajes que se pueden interpretar de distintas maneras, cada una de ellas con mucha perspectiva que la ex campeona ha adquirido desde que perdió el cinto gallo UFC en noviembre.
Pues algo parecido le pasó a Chris Weidman luego de la tremenda paliza que le acomodó Luke Rockhold en diciembre, la misma noche en que José Aldo cayó a manos de Conor McGregor.
Weidman había dicho poco (si no es que nada) desde su derrota pero él parece estar de acuerdo con ello, pues a pesar de que perdió el cinturón de peso medio, ganó otras cosas que de no haber sido derrotado por Rockhold no habría conseguido jamás.
O al menos así lo explica él, dado que se está en plena renovación, buscando nuevos límites en su vida personal y profesional.
«La forma en la que me sentí después de perder fue, por mucho, irreal, pensaba que había sido una pesadilla, sólo quería dormir de nuevo hacer como que no había pasado. De verdad creí que era un mal sueño, pero en este momento, emocional y mentalmente, siento que voy camino a un lugar mejor del que nunca he estado», aseguró Chris.
Piensa pues, que fue una gran experiencia para él, pues ha repasado las miles de cosas que pudo haber realizado de diferente manera, pero si algo ha sacado de eso es que se siente feliz por la derrota, pues considera que de haber sacado la victoria, de alguna manera no habría podido tener la oportunidad de crecer y encontrar su verdadero potencial como peleador.
«Ahora me siento libre de cambiar cosas que había querido cambiar desde hace años. No arreglas algo que no está descompuesto, así que este tipo de pausas son las que te hacen cambiar. Ahora me siento tan libre como jamás lo había sentido, para hacer cambios y cosas que había querido hacer antes sin sentir que me estaba condenando, me siento grandioso. Estoy muy emocionado de lo que viene para mí en el futuro, de crear un nuevo y diferente monstruo dentro de mí. Estoy ansioso de salir a pelear de nuevo», proyecta Weidman, que de verdad parece haber tomado a bien perder.
Parte de los cambios de los que habla, empezaron desde que no se sintió como usualmente lo hacía en sus campamentos. Para la pelea de Rockhold parecía no estar en sintonía con su objetivo, o al menos así lo cuenta, pues a pesar de entrenar en la forma debida, no sentía la chispa que normalmente debe sentir alguien que debe exponer un título, de alguien que en verdad ama pelear. Y aunque desde ahí perdió el objetivo, no lo usa como excusa para decir que fue por eso que no retuvo su ex campeonato.
«Fue raro perder, pero en seguida de eso notas lo que pasó, lo que pasó, lo que era parte del plan y que justo lo que pasó (perder) era lo que debía pasar (por la falta de ese «algo» que sintió en el campamento). Rockhold fue el mejor hombre esa noche y hay millones de razones en mi mente que sé que debí hacer diferente y que pude hacer diferente durante el campamento, pero no me arrepiento, en serio que no, porque ahora tengo la oportunidad de regresar más fuerte. Si hubiera ganado esa pelea no habría mejorado con el pasar de las peleas y me habría estancado en lo mismo algo así como ‘si no está roto no necesita arreglarse». Estar invicto por muchos años me hizo pensar que no necesitaba realizar cambios. Así que ahora tengo este regalo de ser libre y hacer todo lo que creo que debo hacer sin preguntármelo dos veces», enfatiza Weidman.
Eso sí, cambios de estrategia más no de esquina, se quedará con su equipo al que considera familia.
Volviendo a la parte de la pelea con Rockhol, Weidman considera que no fue sólo la patada giratoria que falló la que le arrebató la pelea, si no un mal planteamiento desde el inicio de su estrategia, porque entiende que no se trató de fallar la patada únicamente, sino de una serie de acciones que desencadenaron su derrota, como el hecho de no haber actuado de una manera diferente una vez que estuvo en el piso, donde Luke le sacó ventaja en todos los sentidos.
Aunque aceptar eso no fue más difícil que decirle a su pequeño hijo que había perdido la pelea y el cinturón.
«Esa fue la parte más difícil. Han visto a mi hijo, mi familia muy involucrada en mi carrera, los han visto todos los programas previos, especialmente a mi hijo. Él entendía que papá es el campeón y que está orgulloso de mí. Sabía que pelearía con Luke Rockhold y quería que fuera y lo venciera, que saliera de ahí como campeón. Él entendía que papá no pierde, siempre estuve invicto y no perdía. Decírle a mi familia la mañana siguiente cuando entraron a mi cuarto, especialmente a mi hijo, fue algo muy duro para mí (…) me conmueve recordarlo, es difícil, pero al final de todo, ya pasó un mes de eso y él sigue queriéndome y sigo siendo su héroe. Sigue viéndome como campeón. Sabe que papá tendrá una buena pelea y quiere que derrote a Luke Rockhold la próxima vez. Fue una buena experiencia incluso para él entender que a veces se gana y a veces se pierde, pero que no son las derrotas las que nos definen si no la forma en que las enfrentas para volver de nuevo. Y regresaré mejor que nunca, no puedo esperar a mostrarle a todos quien soy realmente», concluyo Weidman.