Desde finales del mes pasado ha circulado una noticia falsa sobre el rapero Meek Mill, quien utilizó el tema del Undertaker para su canción Wanna Know, la cual tiene una letra que, si la hubiera escrito Hulk Hogan, sería muy justificado su despido:
“I just wanna know how niggas going to jail / Telling on niggas, coming back home and it still being cool (…) We the type of niggas to tie your mother up / F*ck your sister in the a** and hit your brother up, pussy / You really sweet, I call you buttercup”.
…Pero como lo dice alguien de color, de alguna manera no es escandaloso, aunque sea un autoestereotipada tremenda. Pero es mejor dejar los raros matices del racismo a los antropólogos sociales.
Como sea, la noticia falsa es que el Undertaker en persona demandó por medio millón de dólares a Meek Mill. En los sitios que dieron a conocer dicha noticia a finales de julio, incluían hasta una declaración del Undertaker:
“No sé si él pensó que no la iba a escuchar, pero lo hice. No lo hubiera demandado si la canción fuera al menos buena, pero como incluyeron mi tema en un track que es jodida basura, estoy molesto. Mi tema solito tiene mejor diss que el de Meek Mill. Si tuviera la oportunidad, amaría aplicarle un Tombstone a Meek Mill”.
No es necesario decir que la demanda es falsa y que las declaraciones del Taker son aún más falsas, pues, para empezar, él no es el dueño de los derechos de su música, sino WWE. Esa serie de notas fueron hechas para promover la canción de Mill y así lograr publicidad fácil. Y lo lograron, pues la comunidad hip hopera estuvo tuiteando sobre la demanda del Undertaker a Mill.
https://twitter.com/shi_zzi/status/627020851485937664/photo/1
Sin embargo, el tiro les salió por la culata, pues el día de hoy se dio a conocer que WWE ya envió una orden de cese y desista para que en esta semana el tema sea eliminado de Soundcloud, YouTube y donde sea que haya sido subido. De lo contrario, la empresa sí demandará a Mill, y por mucho más de 500 mil dólares.
Por cierto, el tema del Undertaker es un arreglo de Jim Johnston al tercer movimiento de la Sonata para piano número 2, de Frédéric Chopin, movimiento también conocido como Marche funèbre, y que aquí vemos en la versión del cineasta polaco Zbigniew Rybczynski en su película La Orquesta.
Es de agradecerse que WWE eligiera esa marcha funebre, y no la Marcha fúnebre para una marioneta, de Charles Gounod: