La primera pelea de campeonato se la llevó campeón. Dominick Cruz le hizo honor a su apodo y dominó por cinco rounds a Uriah Faber.
La segunda pelea de campeonato estaba por definirse entre Luke Rockhold en su primera defensa titular del cinto medio y Michael Bisping, en su primera oportunidad titular.
Se dijeron hasta de lo que se iban a morir porque cada uno a su manera, quiso intimidar al otro, o por lo menos, meterse en la cabeza del otro. Pero eso no importa (o importa mucho) a la hora de subirse a la jaula.
Pues lo hicieron. Tal vez el error de Rockhold fue no presentarle presión desde el principio, en lugar de salir con bravatas y sólo lanzar manotazos que ni median distancia ni lastimaban.
Bisping sí midió la distancia y le aguantó varios golpes a Rockhold en lo que encontraba el espacio preciso para lanzar sus bombas. Y no tardó mucho porque en un intercambio, Rockhold bajó las manos y Bisping aprovechó para meterle un gancho al cuerpo y luego rematarlo con golpes a la cara.
Rockhold cayó contra la malla y Bisping le cayó encima con algunos golpes ates de que llegara el réferi a detener las acciones porque Luke ya lucía sin guardia y expuesto totalmente.
A rey muerto, rey puesto, Michael Bisping se corona campeón en su primera oportunidad del título.