TUF Latinoamérica 2. Capítulo 4: Medinilla contra Marín

La tercera pelea del TUF Latinoamérica fue muy intensa. Luego de que Kelvin Gastelum eligiera a Daniel «Cazador» Salas para enfrentar a Horacio «Punisher» Gutiérrez, se vino un combate intenso que se prolongó por tres rounds dado lo cerrado de las acciones.

Según la mayoría de las apreciaciones de la pelea, Danny ganó el primer round, Horacio el segundo y eso provocó que hubiera un round de desempate. Gutiérrez hizo lo suficiente para ganar, aún cuando no lanzó muchas patadas por su lesión de tobillo.

Por decisión dividida el «Punisher» se llevó el primer combate a favor del equipo de Efraín Escudero.

Debido a esto tomó el control de la elección de pelea número dos de peso welter.

Entonces, de su equipo, Escudero eligió a Kevin Medinilla y eligió a Enrique Marín del equipo de Gastelum.

Esta fue una decisión estratégica de Escudero porque, a pesar de que no duda del talento del español, considera que está demasiado nervioso para la competencia.

Gastelum considera que Marín es uno de los peleadores más completos de la competencia, pero que el propio «Wasabi» es el que se bloquea mentalmente.

Ya pasado el combate de Horacio y elegida la siguiente pelea, los chicos se reunieron en la casa para dialogar sobre el pago de la apuesta que quedó pendiente. Para el combate de Olano contra Montaño quedaron que el equipo perdedor dormiría a la intemperie, pero por el accidente de Olano decidieron posponer el pago. Pero una vez que ganó Horacio, los de Escudero exigieron el cumplimiento.

Marín se adjudicó un nuevo triunfo para el equipo Gastelum
Marín se adjudicó un nuevo triunfo para el equipo Gastelum

Pero los de Gastelum re negociaron la apuesta y se fueron al doble o nada, pero quedaron que el equipo perdedor limpiará la casa con orejas de conejo.

Para Marín es difícil estar dentro de la competencia por la incomunicación. Su padre está enfermo y eso lo mantiene preocupado, así que tal vez su inseguridad es más preocupación por saber del estado de salud de su papá.

Para Medinilla, estar en UFC significaría una mejora sustancial de su situación económica, acepta pues que pelea por dinero y no planea mentir al decir que lo hace más por pasión por el deporte que por el dinero que pueda ganar.

Para el entrenamiento de «Wasabi» Gastelum y su equipo de entrenadores sometieron a Marín a una sesión poco convencional para mentalizarlo: lo sumergieron en una  tina de agua helada y con hielo, con la intención de hacerlo visualizar su victoria sobre Medinilla.

Ya en la casa, los chicos del equipo de Efraín Escudero ensuciaron la casa a propósito, con la seguridad que tienen de que Kevin ganará, tiran cosas para que los del equipo Gastelum tenga más cosas que limpiar.

Pesaje

Mero trámite obligatorio para dar luz verde a la pelea, la segunda de peso welter, la cuarta de la serie. Ambos en peso y forma para la batalla.

Pelea

El principio del primer round fue dominado por Medinilla. Inició con severos golpes a la cara de Marín. También lo castigó en la zona blanda y logró derribarlo y someterlo en el piso.

Las patadas también le salieron muy bien a «Figazza», empezó muy bien su pelea. Pero hubo un cambio de relevo en el dominio de la pelea y apenas cerró distancia, Marín tomó la batuta y dictó los términos de la pelea, sacó a flote sus dotes de boxeo y a base de jabs bien colocados y cimbró la cabeza de Medinilla.

Kevin ya no pudo acomodarse a distancia, como lo había hecho la mayor parte del combate y pagó el precio al verse dominado por Marín.

En el segundo episodio, Marín salió con más energía y confianza. A pesar de que Medinilla buscó hacer lo suyo, el español (el primero en ponerse unos guantes de UFC) regresó al combate en corto con golpes principalmente dirigidos a la cara de Kevin.

Un derribo de Medinilla hizo parecer que el combate se voltearía a su favor, pero Enrique logró contrarrestar al argentino con una kimura. Si bien no lo sometió, sí lo tuvo controlado y le bajó la energía, pues cuando el combate regresó al intercambio de pie, Medinilla lucía cansado y descompuesto, su ataque ya no fue consistente.  Incluso hizo la bravata de bajar la guardia para invitar a Marín al intercambio, se comió todos los golpes que le mandó «Wasabi».

Cuando se cantó el final de la pelea, Kevin supo que la pelea se le había escapado y que esa noche no le tocaba ganar.

La mano de Enrique Marín fue levantada y el español soltó el llanto de la emoción. Se define como sentimental pues siempre que le pasa algo así de intenso no puede evitarlo. En tanto en el vestidor verde todo eran cantos de victoria, en el vestidor de los rojos reinaba el silencio.

«Esta es una lección para todos, de la que todos podemos aprender», comentó Efraín Escudero.

Ahora bien, así como habían pedido el pago de la apuesta, el equipo de Escudero fue requerido para pagar su deuda, de modo que se dispusieron a limpiar la casa, misma que definieron como «un asco». Asco acumulado entre lo que ya había y lo que ellos mismos tiraron cuando pecaron de confiados y anticiparon la victoria de «Figazza».

«Es el karma», expresó el «Punisher» Gutiérrez, hasta ahora el único que ha conseguido victoria para el equipo rojo.

Siguiente pelea en peso welter: Jonathan Ortega contra Enrique Barzola
Siguiente pelea en peso welter: Jonathan Ortega contra Enrique Barzola

Una vez más el equipo Gastelum tuvo el control de elegir la pelea siguiente, ahora de peso welter, decidió mandar a Jonathan Ortega y pidió a Enrique Barzola.

Gastelum eligió a Barzola porque confía en que Ortega es más fuerte y versátil para ganarse el combate.

LA LUCHA SIGUE...
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