En el UFC 238 Tony Ferguson y Donald Cerrone nos han regalado una de las peleas jamás pensadas para estas fechas, de no ser por la salud mental del «Cucuy», los compromisos de los top 5, y por supuesto de el gran desempeño de Cerrone que lo acercó tanto al cinturón de campeón de UFC quizá como nunca antes. Sin embargo, se acabó la fantasía para «el Cowboy» cuando al terminar el round 2, la acumulación de sangre al rededor de su ojo frenó sus intentos por continuar al dar los médicos la recomendación de parar la pelea. A partir de ahora para Tony Ferguson, título Khabib o McGregor no hay más.
Contando la cabellera de Cerrone, hoy son ya 12 peleas ganadas de manera consecutiva.
Mismas que le dan a Tony Ferguson el turno siguiente en la sala de espera de Dana White, presidente de la UFC, quien mueve finalmente los hilos de lo que acarrea negocio. Y es que, lo único probable para Ferguson se encuentra en el top 5 de su división de los Ligeros.
Las desgracias han atrasado para el «Cucuy» su oportunidad del cinturón de campeón; aún cuando ostentó ya un cinturón de campeón interino, ahora por ejemplo, Dustin Poirier logró saltarlo y es quien va por la unificación. Tony Ferguson es hasta hoy el numero 2 de su división, y solo le es conveniente bajar un escaño para una pelea de dinero ante Conor McGregor, o esperar muy, pero muy pacientemente el resultado de la disputa del cinturón de campeón; o rezar porque alguna situación no planeada lo meta a él para suplir a quien no esté en condiciones de cumplir el compromiso, que no es algo descabellado en UFC.
Y, saben, no le digan a nadie pero, la popularidad de Tony Ferguson está calientita, Dana White huele el dinero, y si no logra colocar al «cucuy» en el sitio adecuado de los Ligeros, le queda el as bajo la manga de ofrecerle una pelea por el título de los pesos Pluma ante Max Holloway.
¿O ya se les olvidó que Ferguson ha dicho muchas veces que podría competir en 3 divisiones de peso?